Para esta cita privada, la Duquesa de Cambridge recicló un vestido rojo que estrenó durante su visita de estado a Canadá en 2016. En aquella ocasión, le sumó stilettos a tono, bolso de mano rígido y broche de diamantes en forma de hoja a modo de homenaje al país anfitrión.

El modelo en cuestión se trata de una prenda de la firma Preen, entallada en la parte superior y con falda midi evasé. Lo más llamativo reside en el escote, que cuenta con un patrón asimétrico que aporta el toque diferente.

La duquesa de Sussex, por el contrario, ha preferido estrenar, y ha optado por un vestido azul noche de Roland Mouret con escote palabra de honor rematado con una pequeña apertura en forma de 'V'. Ha completado el estilismo con sus pendientes de Birks Snowstorm.

El diseño de Meghan Markle estaba confeccionado en distintos tejidos, lo que daba lugar a un interesante juego de texturas en el que destacaba la falda cuajada de flores en relieve.

En esta ocasión, Kate Middleton ha dejado su melena suelta y ha sumado maxipendientes. Ha mantenido el mismo clutch a tono que lució en Canadá.