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Podemos hablar del Varela más patrio de la reina Letizia pero, también, podemos confirmar cuál es su vestido más internacional del año. Lo ha llevado tres veces en 2017 y todas han sido en eventos relacionados con la política extranjera. Lo estrenó en su viaje oficial a Japón, más tarde lo llevó en un almuerzo en honor al presidente de Costa Rica y, ahora, lo ha recuperado en su visita de Estado a Senegal. Es un vestido de Carolina Herrera que suscita diferentes opiniones en las redes sociales: para los más críticos, este look se incluye entre los desaciertos estilísticos de la monarca. Otros, sin embargo, creen que se ciñe como un guante a su silueta y potencia su atractivo, tanto por el corte como por sus colores.
Es un diseño tipo cóctel en verde botella que pertenece a la colección Pre-Fall 2015. Al igual que hizo con su vestido de Teresa Helbig, lo ha dejado en un segundo plano de su armario y no lo ha estrenado hasta varios años más tarde. A simple vista, puede parecer que tiene un bordado de encaje pero, en realidad, es un print de flores pintado a mano sobre el tejido de napa. Un efecto óptico que también han utilizado otras grandes damas de la política como Brigitte Macron, quien jugó al despiste hace unos meses con un top de efecto lencero.
¿Sí o no?
En esta ocasión, la Reina combina zapatos y bolso, ambos de Magrit y en el mismo tono nude. Así, doña Letizia desafía esa regla no escrita en moda de que ambos accesorios no deben ir a juego. Los salones son unos viejos conocidos que se ha puesto en muchas ocasiones. Son de piel, tienen punta fina y los laterales interiores escotados. Los suele combinar con este mismo bolso: el modelo Grabriela fabricado en piel de canapa. Tiene un precio de 300 euros y está disponible en la tienda online de la firma.
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