A pesar de haber profetizado la destrucción de París con la llegada del nuevo milenio, Paco Rabanne sigue atado a la ciudad del Sena, donde siempre ha presentado sus colecciones. No podía faltar tampoco a la presentación de la moda para el próximo otoño, donde, revelaciones apocalíticas aparte, el modisto pionero de la aplicación de los metales en la costura dio de nuevo una lección de cómo se diseña con la mirada puesta en el futuro sin que nada chirríe.
Abundaron el negro, el rojo y los materiales orgánicos y minerales, y más de un periodista a pie de pasarela habló de la influencia de la película Matrix en la colección. Pero quizás fueran los productores de la cinta los que se fijaron en el Rabanne de toda la vida para diseñar su estética.
Otro de los diseñadores más esperados, Marc Jacobs para Louis Vuitton, entusiasmó a la crítica con su colección inspirada en la figura de Jackie Kennedy en los tiempos en que habitaba en la Casa Blanca. Y es que, uno tras otro, se sucedían en la pasarela los vestidos y trajes de chaqueta estilo lady, con aire vintage. Pese a este claro referente, Jacobs no se limitó a recrearse en tiempos pasados, sino que les dio el punto moderno.
Los bolsos, el complemento estrella de la casa francesa, eran delicados y discretos; a buen seguro, un nuevo éxito de la próxima temporada.
