GUCCI COMPRA LA MARCA DE ALEXANDER MCQUEEN

El diseñador británico confirma, además, su salida de Givenchy

Por hola.com

Algo se mueve en la trastienda de la moda. El británico Alexander McQueen, enfant terrible de la pasarela y auténtico gurú de la modernidad, ha vendido el 51% de su marca al todopoderoso Grupo Gucci, propietario a su vez de Gucci, Yves Saint Laurent Rive Gauche y otras importantes marcas, en lo que se considera una auténtica conmoción en el negocio.

Este acuerdo, en el que Gucci se compromete a dar rentabilidad a la casa de McQueen mientras que le deja manos libres en materia de diseño, ha sentado muy mal en los cuarteles generales de LVMH. Y es que este gigante de la moda, rival de Gucci en la fiebre de ver quién acapara las mejores firmas del mundo del lujo, tiene a McQueen en nómina como creador de las colecciones de alta costura y de prêt-à-porter de la casa Givenchy.

Un gran talento
"Mi marca y su futuro son muy importantes para mí. Y creo que esta unión será todo un éxito", dijo McQueen en una rueda de prensa celebrada por Gucci.

Si en LVMH se sienten humillados con esta suerte de OPA hostil, en Gucci corre el champán. Para la casa, de origen italiano, haber incluido en sus filas a McQueen supone un tanto importante; algo así como seducir al más deseado de los diseñadores del momento. Su director creativo, un radiante Tom Ford, declaró: "Alexander es un gran talento, alguien por quien siento un enorme respeto personal y profesional".

Y es que el diseñador británico es un provocador nato. Sus colecciones nunca dejan impasible: o repelen o fascinan. Su universo particular está poblado de animales disecados y toda una iconografía heredera del punk que ha hecho de él uno de los creadores más personales de la historia de la moda.

Vía de escape
Esta compra supone, además, una vía rápida de escape para McQueen, quien lleva un tiempo amenazando con abandonar Givenchy. Él siempre se ha quejado de que en la casa francesa, donde trabaja desde 1996, reprimen su creatividad. Así pues, es muy posible que en la casa Givenchy se haya abierto el gabinete de crisis para buscar un nuevo talento que cubra el vacío que dejará McQueen el próximo octubre, fecha en que vence su contrato.