Puedes probar sin adoptar ni comprar, sino acoger
Hay una forma de aproximarse a la vida con perros que implica algo menos de responsabilidad a largo plazo y que, si todavía le tienes respeto a dar el paso de convivir ‘para siempre’ con un can, puede que esta manera te convenza. Se trata de la acogida, tendrías al animal en casa solo hasta que el refugio consiga un hogar para él. ¿Por qué existe este tipo de relación? Por dos motivos fundamentales, por un lado la mayoría de los refugios no tienen espacio físico para todos los animales que rescatan, y no sería saludable que estuvieran hacinados. Por otro lado, lo que necesitan los perros es amor, y son precisamente los perros de acogida los primeros de la lista para convivir con humanos, porque a raíz de sus vivencias anteriores tal vez se sienten vulnerables, no quieren pasar tiempo solos o los cuidadores saben que formar parte de un entorno doméstico les va a ayudar a ser más felices. Para que te hagas una idea del grado de responsabilidad y de plazo, un perfil que suele acoger perros son los estudiantes universitarios que viven lejos de casa, en pisos alquilados, y que durante sus estudios se ofrecen a tener este modelo de mascota temporal, ayudando a su recuperación, dándoles amor y en espera de un hogar. En la acogida prima la disponibilidad de quien acoge, cuando los universitarios deben marchar (en verano generalmente), si el perro aun no se ha adoptado regresa al refugio, lo que ejemplifica que no será un plazo indefinido ni que tus planes a medio plazo se vean limitados.
Leer más: ¿Estás pensando en tener un perro? Estas razas son las más fáciles de educar y cuidar