Aunque te mudes trata de mantener horarios y rutinas
Los animales pueden sentirse aún más vinculados que los humanos a mantener una rutina, en concreto los perros y los gatos domésticos desarrollan una atención muy especial a su reloj biológico que les anuncia cuándo llegará la hora del paseo, cuando les cambiarás la comida del cuenco o cual es tu horario aproximado para salir, descansar o hacer tus ejercicios de yoga (para subirse encima de ti, si es posible). Esto es así porque los animales tratan de aprovechar toda la información de su entorno para mejorar su supervivencia en el medio, y todo aquello que es previsible lo atesoran para suplir la comunicación racional que nosotros podemos establecer. Por eso, tanto el sonido del camión de la basura, como el olor de la comida tras ser servida en el salón, les ayuda a conocer qué hora del día es sin conocer el funcionamiento de un reloj. Cuando entramos en la dinámica de una mudanza es posible que todos los horarios se desdibujen, que al trabajar empaquetando cosas, realizando visitas a la nueva casa, acordando mejoras allí o cambios de todo tipo, el hogar de nuestra mascota se desintegre lentamente y sin un motivo comprensible para él, y antes incluso que los objetos cambien de lugar puede que sean los horarios y las rutinas los que cambien. Trata de que todo lo que tiene que ver con tu mascota se mantenga igual, los tiempos de paseo, el momento de pasar tiempo juntos, el horario para alimentarlo, así sufrirá menos.
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