Colin Farrell: 'Cuando tienes hijos, se convierten en el centro alrededor del que gira todo'

Hablamos con el actor, embajador de la fragancia para hombre 'Intenso', de Dolce&Gabbana, sobre lo que significa ser papá con motivo del Día del Padre

Por hola.com

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Aunque no todos los papás celebran el Día del Padre por igual, sí hay algo que es cierto para todos los que se estrenan en el territorio de la paternidad: cuando los 'peques' llegan finalmente a la familia, se convierten en el centro de todo, por delante incluso de una carrera al nivel de las superestrellas de Hollywood, o el hecho de haber repetido como uno de los hombres más sexys del planeta en incontables ocasiones. Uno de estos superpapás capaces de hacer malabarismos es Colin Farrell, papá de dos chicos, James y Henry, de doce y seis años, que además de padrazo y actor acaba de estrenarse como nuevo embajador de Dolce & Gabbana, haciendo las veces de rostro de 'Intenso', una de sus fragancias masculinas. Hablamos con él con motivo del Día del Padre, a cerca de lo que significa ser papá.

¿Qué es lo más importante en tu vida?

Las dos cosas más importantes de mi vida son mis amigos y familia, no necesariamente en ese orden. La familia lo es todo, es una idea compleja, un concepto complejo. Y aún así, hay algo muy sencillo que se deriva simplemente de pasar tiempo con tu familia; es increíblemente gratificante y satisfactorio. La familia es muy importante para mí.

¿Cómo son tus momentos preferidos con tus hijos?

Todos, no hay ninguno que prefiera menos con mis chicos. Me he dado cuenta de que, cuando eres padre, cuando te conviertes en papá, lo único que deseas es comprender mejor, entender mejor cómo hacer las cosas bien, cómo llevarles en la dirección correcta, cómo darles amor sin agobiarles, cómo impartir disciplina con compasión y firmeza y honestidad y justicia. Mis días normalmente comienzan y terminan con mis dos hijos, que es una forma muy digna de vivir.

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¿Ha cambiado tu vida el hecho de ser papá?

Desde luego, ser padre me ha cambiado la vida. Es decir, no sabría bien explicarte cómo porque no sé cómo cuantificarlo. Se siente un gran alivio cuando por fin tienes una prueba física y tangible de que no eres el centro del universo. De que has dejado de ser el sol, y te has convertido en un satélite que gira en torno a las vidas de tus hijos, y son ellos ahora quienes se han convertido en el sol. Es una de las cosas más bonitas de convertise en papá.

¿Celebras el Día del Padre?

El año pasado estuve muy pendiente del Día del Padre, porque no paré de recibir mensajes de texto y al final me acabé metiendo de lleno en el papel, fue algo muy tierno. No sé si es porque me siento más cómodo en el papel de papá, o qué fue, pero este año recibí muchos mensajes de mis amigos deseándome un feliz Día del Padre; yo mismo envié mensajes a mis amigos que también tienen hijos. Me sentí como su fuese parte de un club, y no precisamente del peor club del mundo.

¿Qué es lo que más te gusta del hecho de ser padre?

Es una prolongación de la idea de familia. Por un lado, resulta muy difícil ser padre. No he leído ningún libro al respecto, pero sé que si lo hiciera me confundiría aún más. No hay una ciencia exacta en torno al hecho de ser padre: como en el arte y como en la vida, ser padre se trata de un ejercicio, es acierto y error, sobre todo por el carácter que pueden tener las consecuencias. Por primera vez en tu vida dejas de ser lo más importante dentro de tu propio mundo. Por primera vez en tu vida sabes qué significa querer de forma incondicional, y eso es un regalo extraordinario.

¿Cuáles son tus momentos más íntimos?

Mis momentos íntimos son los que comparto con mi familia y amigos. Tengo algunas amistades muy fuertes y unas conexiones muy fuertes con algunos miembros de mi familia, especialmente mis dos hijos, mis hermanas y mi hermano, además de mis padres, que aún viven. Son las cosas más simples; hacemos muchas caminatas, me gusta mucho disfrutar de la naturaleza. Amo la ciudad pero oscilo entre las zonas con mucha población, con el movimiento, el caos, el ruido y la energía de la ciudad, y el silencio y la tranquilidad de estar a solas en la naturaleza.