A la hora de hablar de cambios de look, quizá el rey no sea otro que David Beckham: el ex futbolista ha acompañado cada cambio de imagen con un nuevo corte de cabello, pasando de la coleta al corte al cero, el largo estilo Kurt Cobain, el flequillo, la cresta, e incluso las trenzas brasileñas.
Sin embargo, en los últimos meses Beckham parece haber hecho las paces con su cabello, y hace ya algún tiempo que no le vemos cambiar de corte o color con la misma frecuencia que en sus días como 'galáctico': a dos años de entrar en la cuarentena, el inglés mantiene un estilo que ha convertido casi en una seña de identidad familiar -sus tres hijos siguen sus pasos de cerca con un look muy similar-, que consiste en el clásico corte de pelo más corto por los lados, ligeramente desestructurado en la parte superior, y que mantiene a raya con una combinación de agua marina, producto fijador y secado.
Este tipo de peinado comienza en el sillón de la peluquería con un corte que separa radicalmente las dos zonas del pelo -superior y lados-, permitiendo que el proceso de styling sea más creativo de lo que sería habitualmente. La clave: que la parte superior de la cabeza presente una longitud lo bastante larga como para poder peinar el cabello tanto hacia atrás, como hacia adelante o uno de los lados.
Importante, eso sí, que el cabello presente algo de textura y movimiento, para que el efecto sea lo más natural posible.
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