Practicar ejercicio físico, sea del tipo que sea, es siempre una actividad cien por cien recomendable, ya que no sólo nos permite mantener la línea y los kilos a raya, sino que facilita el buen estado y funcionamiento del sistema cardiovascular.
Para los hombres, además, el deporte, y muy especialmente el deporte aeróbico, conlleva un plus extra en salud, tal y como describen los expertos del Boston Medical Group: salir a correr cada día disminuye la probabilidad de desarrollar un problema de disfunción eréctil. Su recomendación: realizar al menos 30 minutos de ejercicio diario, poniendo nuestro corazón a funcionar a toda máquina.
El funcionamiento del órgano sexual masculino se logra a través de una respuesta vascular, frente un estímulo provocado por la circulación sanguínea y por un fenómeno de flujos. Si la circulación tiene un buen funcionamiento, la respuesta vascular se ve recompensada con una función sexual satisfactoria. De este modo, los deportes aeróbicos como el atletismo, la natación o caminar, resultan más completos y específicos frente a otros como la gimnasia, reactivando la circulación y mejorándola día tras día.
Además de los beneficios del deporte, los expertos aconsejan llevar una vida sexual sana, y practicar sexo tres o más veces por semana: las relaciones sexuales aceleran el ritmo cardíaco de una forma saludable, y mejoran el estado general de las arterias, por lo que los hombres que se mantienen sexualmente activos son hasta cuatro veces menos propensos a desarrollar una patología relacionada con la disfunción eréctil.
La mala alimentación, unos hábitos de vida poco saludables y el sedentarismo contribuirían por su parte a deteriorar el sistema circulatorio, por lo que no sólo son poco recomendables para la salud en general, sino también para el buen mantenimiento del organismo y una vida sexual plena.
