La historia del Rolls-Royce, desde la fundación de la compañía en 1906, no ha estado exenta de dificultades, que quizá se hayan encargado de añadir una capa tras otra de leyenda al mito de este lujoso vehículo: tras dividirse en dos líneas de negocio en la década de los setenta, con una potente rama dedicada al desarrollo de sistemas de energía y defensa, y otra destinada exclusivamente al diseño de los coches, el Rolls se ha convertido, a lo largo de los últimos 100 años, en uno de los símbolos por excelencia para todo amante de las cuatro ruedas.
Un lujo fuerda del alcance de millones de conductores, que ha pasado por diversas fusiones: primero en su forma originaria, como proyecto de Charles Stuart Rolls y Henry Royce (Rolls Royce Limited), después con la fusión con la compañía Bentley (Rolls Royce Motors), y, más tarde, en 1998, como parte de la casa Volkswagen, que se hacía con los derechos de producción en exclusiva del Bentley, mientras que Rolls Royce Motor Cars pasaba a integrar la familia BMW, manufacturando coches bajo licencia propia desde 1998. ¿Quieres conocer las diferentes caras de este clásico a través de las décadas?
