Pueden pasarse horas ante el ordenador, retar a sus amigos al último grito en videojuegos de guerra on-line, o hacerse con el modelo más novedoso de consola portátil para tener siempre cerca sus juegos favoritos. El universo de los videojuegos no es algo exclusivo de los 'peques' de la casa: los chicos también se vuelven locos con las formas de entretenimiento virtual, ya sea para jugar solos o en compañía, y es una imagen más que habitual verles sentados ante la pantalla de la televisión o el portátil durante horas o incluso dÍas.
Las claves: al contrario de lo que sucede con las mujeres, los hombres prefieren juegos que disparen la adrenalina, promuevan el espíritu competitivo, o, sencillamente, permitan recrear su deporte favorito sin salir del salón de casa. Los últimos estudios en este sentido, realizados por un equipo de científicos e investigadores de la Universidad de Stanford en 2008, sugieren que este 'amor' por los videojuegos está íntimamente relacionado con la actividad cerebral masculina, que se dispara ante las actividades que impliquen conquistar o avanzar sobre un terreno determinado.
Los juegos bélicos, ya estén inspirados en el pasado (Call of Duty) o situados en un futuro catastrofista (Halo), los que permiten conducir coches de lujo a gran velocidad (Need for Speed), y los deportivos, especialmente los que sitúan al jugador sobre el campo del deporte rey, el fútbol (Fifa 2010 by EA Sports), se convierten así en los más adictivos para ellos, frente a las mujeres, quienes prefieren los juegos relacionados con el ingenio, como la resolución de puzzles y enigmas (Tetris), los que ayudan a mantenerse en forma (Wii Fit) o los juegos de rol, donde meterse en la piel de un personaje para recorrer mágicos mundos está a la orden del día (Sims y Final Fantasy).
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