Cuenta atrás para la nieve: ¿Tienes tu equipo a punto​?

Pon en práctica nuestros consejos para tener un inicio de temporada sin sobresaltos

Por hola.com

Apenas quedan unos días para que el grueso de estaciones de esquí españolas inauguren definitivamente la temporada 2009-2010. Es el momento de bajar al trastero a recuperar el equipo y, en la mayoría de casos, comprobar cómo los meses que han transcurrido desde la última vez que lo usaste han hecho estragos tanto en la superficie de los esquís, como en las botas o las fijaciones.

Lo primero y más importante a la hora de afrontar una nueva temporada de nieve son los esquís. Para saber si están en perfecto estado, es fundamental revisar los cantos y las suelas: gracias a ellos, el esquí ejerce la tracción necesaria para permitirnos surcar las blancas laderas de las montañas sin sufrir accidentes por desgaste o descuido. Es muy común que, al finalizar una temporada, la suela de los esquís acabe cubierta de ralladuras e imperfecciones, mientras que los cantos se hayan vuelto mas y mas romos hasta casi desaparecer. Una visita al taller nos ahorrara posibles disgustos, puliendo y alisando los desperfectos, encerando la suela, retirando el óxido y dando forma a los cantos, para que 'agarren' perfectamente en cada giro.

La ropa de esquí es otro de los puntos fuertes de nuestra puesta a punto: una chaqueta XXL o un pantalón muy estrecho pueden impedirnos movernos con la agilidad necesaria. Antes de dar el pistoletazo de salida a la temporada, haz un par de pruebas en casa con todo el equipo -incluidas las otras capas aislantes, como el forro polar y la ropa interior térmica-, y realiza los movimientos mas comunes de la practica del esquí: agacharse, girar la cadera, levantar los brazos... Si has ganado o perdido una talla, no lo dudes: es el momento de echar un vistazo a los catálogos de las firmas de esquí mas punteras, y renovar tu indumentaria de la cabeza a los pies.

Finalmente, las botas son, para muchos, la auténtica 'tortura' de este deporte: rígidas y extremadamente ceñidas al pie para protegerlo de cualquier torcedura, las botas de esquí suponen un seguro de vida, y es por eso que debamos invertir siempre en unas que nos resulten lo más cómodas posible. Su mantenimiento es más 'de fondo': durante la temporada, procura mantener el botín seco lo máximo posible y, si se deforma, hazte con uno nuevo a fin de evitar futuros problemas y accidentes.

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