El gran maestro de la moda italiana, fiel a sí mismo, presentó una colección de corte clásico e impecable, aunque con alguna concesión a estilos más desenfadados, como la serie de cazadoras bomber de cuero. Entre el público aplaudían sus creaciones George Clooney, Jennifer Aniston y Brad Pitt y otros rostros famosos. La semana milanesa del prêt-à-porter masculino ha mostrado un amplio abanico de tendencias para la primavera-verano 2002. Si en la primera tanda de propuestas se apostaba por un hombre con reminiscencias de épocas pasadas, en las jornadas posteriores se ha querido seguir con esta línea retro, aunque incorporando colecciones de estilo clásico y otras de aire bohemio.
El italiano Alessandro Dell'Acqua e Iceberg, la marca de Gilmar, apuestan por un hombre que recrea el look de Yves Saint Laurent en la década de los 70. Así, los modelos desfilaron con sahariana, camisa blanca y pantalones de campana. Como complemento, un pañuelo se anudaba al cuello. La indiscutble elegancia de estas propuestas convierte a los hombres en sofisticados play-boys. Sin embargo, Alessandro -que también presentó smokings en raso blanco- prefería vestir a este particular Yves en algodón de color tierra, mientras que Iceberg prefería los tonos rojos y rosas cálidos.
Por su parte, la diseñadora Laura Biagotti y Trussardi coincidieron al englobar sus creaciones bajo la definición del hombre bobo (burgués bohemio). La firma del difunto Nicola Trussardi apuesta por los blancos, negros y rojos para crear una imagen masculina muy chic y de estilo dandi. Inspirándose en la novela de La Tempestad de William Shakespeare, la italiana Laura Biagotti viste a este hombre bohemio con manga larga y huyendo de cualquier color llamativo.
El triunfo de la colección de Jil Sander
Otros de los diseñadores presentes han sido Roberto Cavalli -que se inspiró en los beduinos norteafricanos y en los indianos- y Milan Vukmirovic. Éste último fue el autor de la colección mostrada por la marca Jil Sander, que definitivamente ha perdido el espíritu de su creadora, desde que la marca pasara a manos del grupo Prada. No obstante, la propuesta de Jil Sander fue calificada por la crítica especializada como una de las mejores colecciones de Milán. En ella, se presentaron trajes estrechos con raya fina, cazadoras de terciopelo azul, pantalones blancos ajustados y, como complemento, deportivas Puma en color salmón.
La diseñadora Miuccia Prada evitó las tendencias dominantes hasta ahora en la pasarela milanesa y apostó por un hombre clásico. Junto a chaquetas cortas de dos botones y pantalones de línea recta, la firma italiana incluyó gabardinas. También, en esta colección, se vieron estampados geométricos, así como bolsas de viaje de diseño sobrio y elegante.
