Las normas de protocolo para un buen aperitivo

Preparar un pequeño tentempié, antes de sentarnos a la mesa, sirve mucho más que para abrir el apetito

Si tiene un compromiso social y ha pensado en organizar una comida en casa, ha de saber que es fundamental poner un pequeño tentempié antes de sentarse a la mesa. Y es que, además de abrir el apetito, el aperitivo cumple una gran función dentro de las normas del protocolo.

Para que el aperitivo sea elegante se han de colocar como máximo cuatro tipos de platos diferentes, preferiblemente de tipo 'picoteo' como por ejemplo, un buen queso, jamón serrano o simplemente unas aceitunas, ya que éste no cumple la función de saciar el hambre. En general, son aperitivos que no manchan, aunque la anfitriona ha de tener previsto la existencia de servilletas pequeñas y de tela. Las bebidas, preferiblemente alcohólicas (aunque, evidentemente, también se pueden servir sin alcohol), han de ser variadas, sencillas de servir y fáciles de consumir. Así, la cerveza, el vino (tinto o blanco) y un buen jerez seco son los más apropiados.

¿Y quién debe servirlo? Pues existen dos posibilidades: cuando no hay confianza con los invitados, es el servicio quien se encarga de este menester; mientras que si existe confianza con los comensales, puede ser la propia anfitriona quien lo ofrezca, eso sí, las bandejas deben dejarse aparte, pero nunca sobre la mesa del aperitivo.

Pero, ¿dónde reside la importancia del aperitivo más allá de lo puramente gastronómico? He aquí sus funciones sociales más importantes: