Cuando pensamos en una ensalada, la primera idea que nos suele venir a la cabeza es la de un plato refrescante a base de verduras y hortalizas crudas, de fácil y rápida elaboración. No obstante, si a este tipo de recetas le añadimos algún ingrediente o aliño caliente, el resultado es una ensalada ‘templada’, convertida en algo más que un simple entrante. Es más, los más laureados restaurantes suelen incluirlas en sus cartas, haciendo de ellas las más sofisticadas creaciones culinarias. Vieiras, langostinos, champiñones, queso, foie... tal y como ocurre en su versión ‘fría’, casi todo es posible en el sabroso universo de las ensaladas templadas. Éstos son sólo algunos ejemplos:
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