Amigas y emprendedoras, conoce los negocios que triunfan entre las mujeres de éxito

Pasión, cariño y dedicación son los pilares de Zubi, papiroga, Tánata y Amasa, cuatro ejemplos 'made in Spain' de triunfo empresarial en clave femenina

Por Elena R. Ballano

Éxito: dícese del resultado feliz de un negocio o actuación. Una definición académica clara y directa que encaja a la perfección con la situación actual de un grupo de mujeres que ha alcanzado, en un tiempo récord, el éxito empresarial. Gracias al talento de sus equipos femeninos, las marcas de moda Zubi y papiroga, la panadería Amasa y el taller de cerámica de Tánata han demostrado cómo una idea “diferente”, bien gestionada, puede convertirse en un modelo de negocio brillante. Diferentes sectores, productos y trayectorias que, sin embargo, marcan el camino a seguir para todas aquellas mujeres que quieren ser felices, cumpliendo sus sueños.  

Las hermanas Elena y Mercedes Zubizarreta lanzaron en 2012 la marca de bolsos Zubi. ¿Su objetivo? Proponer diseños en los que aparecieran impresas fotografías de sus viajes alrededor del mundo; unos complementos de mano llenos de color y emociones que, con el paso de los años, han conquistado las calles de Madrid, Barcelona y parte del extranjero. “Esto es lo que queremos hacer y a lo que pensamos dedicarnos hasta los 90 años. Lo mejor de nuestro trabajo es hacer nosotras mismas nuestro camino. Hemos decidido trabajar con quien nos gusta y como nos gusta. Puede que el camino sea más largo pero es infinitamente más divertido", explica Mercedes Zubizarreta.

Trabajo artesanal

Ese mismo año, Ana Ferichola y Natalia Figueroa, las responsables del taller de cerámica Tánata pusieron nombre y apellido a un proyecto que, sin ellas darse cuenta, pasó de ser una afición, a un negocio con letras mayúsculas. “Desde 2010, después de terminar nuestros estudios en la Escuela de Cerámica, trabajábamos en el taller haciendo cosas para nosotras. Al poco tiempo, nos empezaron a salir encargos de otros diseñadores que buscaban hacer producciones pequeñas y que no encontraban dónde desarrollarlas”, recuerdan sus fundadoras. Un ejemplo más de cómo una pasión puede terminar convirtiéndose en la mejor idea de negocio. 

Y es que, pese a que el 28 % de las españolas valoran en primer lugar tener un empleo que les permita "compaginar bien el trabajo remunerado con la vida familiar", el segundo aspecto más importante para ellas es el hecho de divertirse en el ámbito laboral. Una filosofía que toca al 23 % de las mujeres de nuestro país y que conocen muy bien las integrantes de papiroga, una firma de accesorios, cargada de color y optimismo. “Tras un hartazgo cada vez mayor respecto a los valores y métodos de la industria, Dani Coma-Cros, Leire Urzaiz y yo lanzamos en 2011 papiroga; un intento por crear algo distinto, único y auténtico, tratando de mejorar, desde la libertad absoluta de ser tu propio jefe, todo lo que no nos gustaba”, comenta Estefanía de Oliveira.

Al igual que sucede en el mundo del diseño, la gastronomía también ha visto emerger nombres de éxito femeninos como los de Silene Da Rocha y Nuria Escarpa, responsable de la panadería Amasa (Majadahonda). “Al inicio fue complicado. El sector no estaba preparado para que las mujeres entrásemos en él. Se excusaban en la carga de peso y la utilización de diferentes maquinarias. Actualmente creo que somos muchas las que demostramos que es un oficio para las personas que disfrutamos con el proceso de creación continua, que no hay distinción y sobre todo que querer es poder”, explica Nuria Escarpa. “En nuestro obrador-cafetería podrás encontrar pequeños detalles que marcan la diferencia de lo genuino, lo auténtico y la esencia más femenina”, añade Silene Da Rocha. 

Éxito y felicidad

Pero, ¿son estos ejemplos de éxito compatibles con la felicidad personal? La experta Laura Sagnier, profesora de EAE Business School y Gender Studies Director de PRM Marketing Intelligence, tiene la respuesta. "Uno de los sectores donde las mujeres confiesan sentirse más felices es la artesanía; personas que realizan algún trabajo manual por cuenta propia como puede ser el caso de pintoras, fotógrafas, modistas, etc.". Un colectivo al que pertenece Nuria Escarpa, de Amasa: “Me siento impulsora de un movimiento que habla de volver a hacer las cosas con cariño, de recuperar valores que nos importan, las materias primas, los proveedores de cercanía, los detalles en el proceso y el punto de venta con la clientela”.

Pese a que en los 90 el modelo de ejecutiva agresiva se convirtió en el ejemplo a seguir para las mujeres que querían triunfar, hoy día existen otras opciones más adaptadas a las necesidades del siglo XXI. “En los últimos años hemos podido contar con muchos otros modelos de éxito no basados estrictamente en el reconocimiento laboral y que han contribuido a forjar una imagen mucho más plena y equilibrada de la mujer. Casos que nos permiten seguir sintiéndonos triunfadoras, pero sin renunciar a expresar y a vivir en plenitud muchos otros aspectos”, recuerda Estefanía de Oliveira, de la firma papiroga. ¿El mejor consejo de estas emprendedoras de éxito para las nuevas generaciones? "Que no se dejen arrastrar por lo que creen que deberían hacer. A pesar de todo, vivimos aún en una sociedad que penaliza a quienes se salen del modelo. Así que les animaría a escuchar a su corazón, apuntar alto y luchar con todas sus fuerzas para llevarlo a cabo”, termina su compañera Leire Urzaiz.

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