Sobre el poder transformador del yoga y la importancia de vivir con ilusión: hablamos con Patricia Montero

Admite que, como tanta gente, era escéptica sobre el yoga: "pensaba que era muy tranquilo y espiritual". Sin embargo, para Patricia Montero, esta disciplina milenaria ha resultado transformadora a nivel físicio y mental, pero también laboral. Y es que la actriz ha creado una comunidad de yoguis que ha derivado en una tienda online de esterillas y otros accesorios. Así nos lo cuenta en las bodegas Baigorri, en Rioja, donde nos encontramos con ellas para disfrutar de uno de los planes con los que la Denominación de origen busca reinventarse.

"Empecé a practicar yoga porque tengo una hernia discal y el fisio me lo recomendó", nos cuenta. En unos meses, comenzó a sentir un bienestar y una conexión espiritual derivada de las posturas y, sobre todo, de la respiración.

"Parece algo que hacemos de forma normal, pero ¿cuántas veces nos paramos a respirar conscientemente? Cómo estás respirando, por dónde estás respirando, cómo está entrando el aire, qué está causando dentro de ti...", explica. Años después, hace más de dos, decidí convertirse en instructora de Ashtanga Yoga y Vinyasa; justo antes del confinamiento, cuando comenzó a impartir clases online y, con ello, crear su comunidad.

Entre viñedos, Patricia explica cómo el yoga ha cambiado su vida y le ha brindado esta nueva ilusión. Aunque no está cerrada a nuevos trabajos televisivos, ahora mismo Yogimi, su comunidad y su marca, es su principal proyecto. Lo ha lanzado en alianza con su pareja, el también actor Álex Adróver, con quien tiene dos hijas de siete y tres años y planea casarse en 2023.

"Tengo una amiga que me dice "eres yogui del siglo XXI". Y es que, con muchísimo respeto hacia la práctica y hacia los valores de la misma, he cogido un cachito de cada cosa que me hace sentir bien, construyendo mi propio estilo de vida, que no es 100% yogui", explica esta actriz que, además de yoga, practica muchas otras disciplinas, como boxeo, TRX, ciclismo... y también el disfrutar de un buen vino, sobre todo si es junto a su chico.