Tira estas 5 cosas del baño que ya no necesitas y ¡ganarás espacio!

Desde que el famoso e internacional método de Marie Kondo llegó a nuestras vidas, las casas, los armarios, las estanterías e incluso las despensas de la cocina de todo el globo terráqueo, vivieron una revolución, no solo de limpieza para deshacerse de lo prescindible, ¡también de organización! Y si eres una auténtica amante de la belleza, esa que se apunta a casi todo tipo de tendencias que arrasan en las pasarelas y en las redes sociales, seguramente tengas las estanterías abarrotadas de decenas de productos cosméticos, de maquillaje y perfumes que todavía no has tenido tiempo de probar.

Ahora que por fin has hecho el cambio de armario despidiéndote de la ropa de invierno y dando la bienvenida a los vestidos de flores, bikinis y sandalias, también es el momento de organizar una de las estancias en las que más deberías encontrar paz y tranquilidad cualquier momento del día: el cuarto de baño. Si quieres crear esa atmósfera perfecta, sigue leyendo, porque sabemos qué trucos necesitas poner en práctica desde hoy mismo para conseguir una organización óptima que aportará otra imagen más acogedora a tu aseo.

- Elige la brocha adecuada y tu maquillaje será mucho mejor

Despídete de tus toallas viejas

El primer paso que debes hacer antes de empezar a tirar productos a la papelera, es deshacerte de ese albornoz deshilachado y las toallas viejas que guardas al final del mueble y que deberías dejar de utilizar. No importa cuantas veces las laves, porque su tejido va rompiéndose y perdiendo su eficacia e incluso guardando ese olor a humedad que tanto detestamos. Y sí, lo principal que debes de saber antes de acercarte esta pieza al rostro o al cuerpo es que los pequeños microbios, esos que son imperceptibles al ojo humano, son capaces de sobrevivir en su superficie durante un largo tiempo y pueden llegar a dañar nuestra piel. 

¿Cada cuánto debo cambiar la esponja de baño?

Si el cepillo de dientes debes de cambiarlo cada mes aproximadamente, la esponja de baño incluso en menos, ¡depende del uso que le des! Es uno de los utensilios que utilizamos todos los días bajo el agua, bien sea para combinarlo con gel o como complemento a la rutina de exfoliación corporal. Con el paso del tiempo ésta va acumulando la suciedad y las pequeñas partículas muertas de la piel; y si quieres lucir una piel limpia y sana, es imprescindible sustituirla cada cierto tiempo. También debes saber que no siempre las esponjas naturales son mejores: según un estudio de 1994 publicado en Journal of Clinical Microbiology se comprobó que son más propensas a acumular mayor número de gérmenes. Si estás pensando en hacer con una nueva, elígela con un nivel intermedio, ni blanda ni dura, para asegurarte de no dañar la dermis pero que sea eficaz, sea la época del año que sea. 

Cuidado con las horquillas y pinzas oxidadas

Una de las tendencias que ha llegado pisando fuerte a nuestro tocador es la pinza. Sí, esa estructura en forma de mariposa para recoger el cabello que llevabas cuando eras una niña es la última novedad entre las influencers. Pero debes de tener cuidado cuando vayas a utilizarlas porque con el paso del tiempo este complemento, igual que las horquillas de toda la vida que tienes guardadas en el cajón, llegan a oxidarse al contacto con el aire. El truco es a la hora de comprar elegir aquellas con color o con detalles de otro metal como el zinc, ya que éstos formará una barrera protectora contra la corrosión y así protegerás tu cabello desde el principio.

¿Dónde debo guardar los productos de belleza?

¿Alguna vez has empezado un producto de belleza, ya sea una mascarilla, una crema, tónico, gel o champú entre otros y te has olvidado de que estaba abierto? No te preocupes, es más frecuente de lo que puedes creer, pero también es un tanto peligroso. Entre tantos objetos que acumulamos en las estanterías y espacios del cuarto de baño, debes de seleccionar cuál vas a estrenar, si sus ingredientes son aptos para tu piel y dónde debes guardarlos para que no se echen a perder, porque sí, el número de botes abiertos (y casi llenos) que al final terminan en la basura... es grande.  

Despréndete de aquellos que han superado su fecha de caducidad que puedes ver en en el dorso de producto, un símbolo pequeño de una crema abierta con un número, éste hace referencia a los meses en los que será efectiva. Así que ten cuidado con lo que aplicas a la cara, porque los dermatólogos advierten que si ya están pasados de fecha, ¡pueden ser nocivos para la salud de la piel! Y guárdalos en un lugar protegidos del sol y a temperatura ambiente, excepto el contorno de ojos que puede estar en el frigorífico. 

¿Los perfumes caducan?

Sí, como ocurre con cualquier producto de belleza, aunque realmente el término sería que se estropean. Y no, no es bueno acumular frascos de perfume en el tocador porque tristemente aunque sean preciosos y auténticas obras de arte, terminarás arrojándolos a la basura porque ni su olor ni ese aroma que te conquistó al principio, perdura para siempre. Todo depende de la formulación y los ingredientes de la fragancia, pero como norma general (la misma que siguen las cremas), después de aplicarlo por primera vez, éste puede durar intacto casi 24 meses, pero hay otros casos que llegan hasta los 10 años. Y lo más importante, ¡nunca olvides guardarlos en un espacio donde no le de la luz del sol directamente y si es en su caja original, ¡mucho mejor!