Moda 'déjà vu': las tendencias que han vuelto (actualizadas) al armario de modelos y estilistas

"Suele decirse que esta es una época en la que no se innova y en la que todo está teñido de una cierta nostalgia, pero mirar al pasado para encontrar inspiración no es exclusivo del momento en que vivimos. En los años setenta hubo un revival de la moda victoriana y eduardiana, y a comienzos del siglo XIX el diseñador Mariano Fortuny se inspiró en las túnicas de la Grecia clásica para crear su vestido ‘Delphos’, uno de los más influyentes de la década de 1920. Las tendencias pasadas seguirán reapareciendo. La moda de los 2000 ya está empezando a despuntar ¡quién nos hubiera dicho que este revival llegaría tan pronto!", explica Brenda Otero, la responsable de comunicación en España del buscador de moda Lyst. Esta máxima que afirma que en la moda todo vuelve cobra sentido cuando echamos un vistazo al álbum familiar y esas mallas de ciclista que tu madre llevaba en los ochenta y que siempre te habían parecido poco favorecedoras, ahora forman también parte de tu armario. Tomando como referencia las tendencias más consolidadas de las últimas temporadas repasamos los conjuntos 'déjà vu' con los que modelos, estilistas e influencers han demostrado que no siempre cualquier tiempo pasado fue mejor.

El bolso de asa corta

Kendall Jenner y Bella Hadid son dos de las abonadas a esta tendencia que relega a los bolsos de mano y los diseños de asa cruzada a un segundo plano. De forma rectangular y asa corta, los llevan siempre pegados al cuerpo y colgados del hombro. El éxito de este tipo de modelos ha ido creciendo en los últimos meses y marcas como Fendi han aprovechado su buena acogida para relanzar el icónico bolso Baguette de la mano de Sarah Jessica Parker. La inspiración noventera de estas creaciones es tal que el diseño que luce Bella en la imagen -de la firma By Far- está bautizado como Rachel en honor a Jennifer Aniston y el personaje que interpretaba en la popular serie Friends. 

El personaje que Jennifer Aniston interpretó durante diez temporadas en la sitcom más famosa de la historia de la televisión no solo la lanzó al estrellato sino que la convirtió en un icono de estilo. En las imágenes que se pueden encontrar de ella de finales de los noventa y comienzos de los años 2000 se repite en muchas ocasiones un mismo accesorio: el bolso de asa corta que ahora lucen algunas de las modelos más cotizadas del momento. 

El cárdigan de colores

El regreso de esta prenda de origen aristocrático (su nombre se atribuye a James Thomas Brudenell, conde de Cardigan, que en la guerra de Crimea -1853-1856, dio nombre a esta prenda) ha trasladado la estética effortless propia de las parisinas a armarios de todo el mundo. Esta prenda confirma el éxito de la moda granny inspirada en propuestas que bien podrían formar parte del vestuario de las abuelas más tradicionales pero hace un par de décadas ya se dejó ver en los estilismos de las actrices y modelos más cool del momento. 

Durante el estreno en Los Ángeles de la película Batman Forever (1995), Cameron Diaz acudió vestida con un look informal pero no desenfedado donde el cárdigan fue el protagonista del conjunto. En aquellos años, diseñadores como Calvin Klein o Jil Sander renovaron el minimalismo con propuestas carentes de detalles superfluos y esta estética sencilla se trasladó también a la alfombra roja, donde muchos de los looks se construyen siguiendo este estilo. 

El eterno 'slip dress'

Incluso Blanca Suárez ha mostrado su asombro con este look que la actriz Macarena García ha llevado a un evento en París. El estilismo giraba en torno a un slip dress color champán firmado por Adriana Iglesias que contaba con una llamativa abertura que se alargaba por todo el lateral de la pieza. El vestido satinado sigue siendo una apuesta segura tanto para eventos que exigen un código de vestuario más elaborado como en esas ocasiones en que buscamos dar un aire diferente a nuestros conjuntos, ya sea con un vestido brillante o con sus alternativas de pantalón. 

En los looks más icónicos de Kate Moss en la década de los noventa siempre se repite una prenda: el vestido satinado. Musa atípica de diseñadores y fotógrafos, su gusto por estos modelos fluidos quedó patente en numerosos estilismos, como el que llevó a una gala organizada por el CFDA (Council of Fashion Designers of America) en Nueva York, firmado por Calvin Klein. Aunque con los años su estilo evolucionó hacia una estética boho estas propuestas siguen formando parte habitual de su armario y hace apenas unas semanas pudimos verlas con un vestido satinado en color teja en un evento celebrado en Londres. 

Vestido y zapatillas (y estampado de leopardo)

Junto con las versiones clásicas que resisten el paso del tiempo (y las tendencias) y los modelos que cada temporada terminan convertidos en objeto de deseo, las zapatillas han logrado que su presencia en los armarios de anónimos del mundo sea equiparable a la de los vaqueros o la camisa blanca, los otros grandes básicos atemporales. El éxito de las zapatillas es tal que desde Lyst nos explican que "para mantenernos a la vanguardia e identificar a los nuevos clásicos lo antes posible estamos montando una Sneaker Intelligence Unit para reclutar expertos en zapatillas por todo el mundo".

Durante los años en que Gwyneth Paltrow y Brad Pitt ocupaban titulares a diario y formaban una de las parejas más seguidas del star system, la actriz llevó este conjunto que bien podría formar parte a día de hoy del perfil de Instagram de alguna prescriptora de estilo amante de la estética effortless.

Traje ancho y masculino

La diseñadora e influencer Nina Urgell contaba a la web de FASHION hace unos días que esta tendencia tenía muchas posibilidades de triunfar esta temporada y parece que sus predicciones no van desencaminadas. Hailey Baldwin, Bella Hadid o Emily Ratajkowski (en la imagen) son algunas de las modelos que han sucumbido a estos trajes oversize convertidos en epítome de lo cool. Firmas como Marc Jacobs o Balenciaga han incluido estos diseños en sus últimas colecciones y han logrado que se cuelen incluso en la alfombra roja.  

El pasado octubre Lady Gaga acudió a una entrega de premios con un traje grisáceo, ancho y de aire masculino, algo que Julia Roberts ya había hecho en 1990 en la entrega de los Globos de Oro, donde se llevó un premio por su actuación en la película Magnolias de acero. Un galardón que recogió vestida con uno de los looks más icónicos de su carrera. Antes que ella, Marlene Dietrich también demostró que las mujeres pueden llevar traje (de apariencia masculina) tan bien como ellos.