El Método Meer: la no dieta francesa que te hará perder peso

Paleo, cetogénica, pioppi, Beverly Hills, etc. Cada día surgen en todo el mundo nuevas dietas pensadas para cada tipo de persona y necesidad. Combinaciones mágicas que recomiendan sustituir alimentos, dejar a un lado otros o introducir en nuestras comidas granos, frutas o verduras con “superpoderes”. Sin embargo, frente a este amplio abanico de propuestas existe un movimiento que se opone a los cambios bruscos en nuestros menús. ¿Entre sus detractores? El químico Luis Jiménez y su teoría sobre la hormona ghrelina o la doctora Nathalie Meer, una mujer que desde hace 7 años ayuda a los franceses a perder peso a través del Método Meer, una fórmula basada en la neurociencia que se centra en el control del peso a través del cerebro y donde las prohibiciones de alimentos no existen. Su lema: la solución comienza en tu cabeza, no en el plato.

¿En qué momento decides centrar tus estudios en la relación entre el cerebro y el sobrepeso?

Fue Albert Einstein quien me puso sobre esta pista: “No se puede resolver un problema en el lugar donde se ha producido”.  En ese momento entendí que el sobrepeso y la necesidad de ingerir alimentos grasos y azucarados eran las consecuencias de causas situadas más allá. La comida actúa como un regulador de las emociones y el sobrepeso actúa como un protector contra las dificultades de la vida. Una vez que llegué a estas primeras conclusiones solo tuve que entender cómo actuar sobre la causa original para cambiar las consecuencias a largo plazo.

¿Cuál es el poder del cerebro?

Nuestros comportamientos, desde los más arcaicos a los más sofisticados, tienen un pasaje obligatorio: el cerebro. El acto de comer es el resultado de varios fenómenos: algunos son fisiológicos y otros son psicológicos, pero es el hipotálamo, una parte muy pequeña de nuestro cerebro, el que controla la ingesta de alimentos. 

 

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¿Cuáles son las cosas que nos hacen engordar y por qué?

En primer lugar, es importante entender que no se trata necesariamente de alimentos grasos y dulces los que nos hacen ganar peso. Cualquier tipo de alimento, sea el que sea, cuando se ingiere fuera de nuestras necesidades nutricionales originales nos hará engordar. Por eso es erróneo pensar que debemos comer incluso si no tenemos hambre, o que debemos comer "equilibrado", o sustituir ciertos alimentos para engañar al estómago.  Estos comportamientos favorecen de forma inevitable el aumento de peso. Pero la principal causa del aumento de peso es la función antidepresiva y analgésica de la comida. Ayuda a superar momentos difíciles de la vida. Exactamente de la misma manera que algunas personas fuman o beben. 

¿Cómo podemos luchar contra estos ataques de hambre por estrés?

Estos comportamientos que nos hacen comer de manera irreprimible pueden cambiarse. ¡Pero no se trata de "luchar contra" porque la lucha es precisamente contra lo que el cuerpo está luchando! La idea es más bien dejar de repetir patrones que no funcionan, tanto en comportamientos relacionados con los alimentos, como en aquellos que se perpetúan de generación en generación. También es reconciliarse consigo mismo, con el propio cuerpo y la comida.

 

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¿Cómo rebajamos ese estrés?

La mejor manera de controlar el exceso de estrés es comprender el papel que éste tiene. El miedo es una anticipación de lo que podría pasar. La mejor manera de alejarse del estrés es cambiar radicalmente la forma en que percibes los sucesos de la vida y utilizar el estrés solo cuando existe un peligro real de muerte. Y eso es lo que el Método Meer puede hacer, actuando en la decodificación de las transmisiones epigenéticas. La epigenética es la ciencia que estudia la transmisión de conocimientos de generación en generación a través de los genes, para que los sucesos traumáticos no vuelvan a ocurrir. Por ejemplo, para el hambre, puede haber transmisiones sobre "el miedo a quedarse sin comida".

¿En cuánto tiempo podemos ver los primeros resultados?

La pérdida de peso rápida y violenta, como se puede observar durante una dieta, está condenada al fracaso. El sobrepeso es una estrategia de adaptación y compensación, y la eliminación de las "protecciones" demasiado rápidamente causa inseguridad neuronal que empuja a recuperar el peso perdido. Los estudios lo demuestran: en el 95% de los casos, las personas que han hecho una dieta aumentan de peso y en el 80% recuperan más. Nuestro método se divide en tres fases. Una primera en la que aprendemos a comer, cuándo hacerlo y cómo hacerlo según nuestro instinto. Una segunda en la que toca gestionar las crisis que nos llevan a comer en exceso y una tercera en la que se trata de adelgazar de forma duradera y entender el papel que juegan los alimentos en el comportamiento social. Puede ser muy rápido o mucho más lento. Pero la conclusión es que es sostenible en el tiempo.