¿Qué le pasa a nuestro cuerpo cuando dejamos de tomar azúcar?

Si estás pensando en reducir su consumo, estos son los beneficios que notarás en tu peso y piel

Por Elena R. Ballano

Conscientes de los problemas que conlleva el abuso de azúcar, cada vez más mujeres  se apuntan a dietas que limitan su consumo diario. Pero, ¿qué le pasaría a nuestro organismo si decidimos eliminar completamente los azúcares añadidos de nuestra dieta? Los estudios más recientes lo tienen claro: tras una primera etapa de adaptación de nuestro cuerpo, a medio y largo plazo, los efectos no se harían esperar.

Cuando se habla de azúcar muchas personas utilizan la palabra “adicción”; un término que podría parecer exagerado pero que en realidad resulta muy apropiado. En 2007 un estudio del CNRS, dirigido por Serge Ahmed demostró que el 90% de los ratones de laboratorio preferían agua con azúcar antes que cocaína; una elección que demuestra hasta qué punto esta sustancia puede generar adicción en el ser humano. De ahí que cuando se intenta limitar su consumo, los síntomas de irritabilidad, ansiedad y depresión puedan durar hasta 2 semanas. 

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“Hay que tener en cuenta que, debido a que aumenta el sistema de recompensa del organismo (generando adicción), a que su digestión es fácil y a que posee un escaso poder saciante, se genera un abuso en su consumo. Este abuso, favorece la ganancia de peso que está relacionada con la esteatosis hepática (hígado graso), la obesidad y diabetes. Estas enfermedades, a su vez, generan la aparición de otras, como las enfermedades cardiovasculares, asociados a la obesidad, las enfermedades renales y oculares, asociados a la diabetes y la hipertensión arterial, asociada tanto a la obesidad como a la diabetes. Otros estudios, también demuestran una correlación en su consumo con síntomas de hiperactividad y/o agresividad”, explica Natalia Hernández Ribas, presidenta de la Asociación de Dietistas Diplomados de Canarias (ADDECAN).

El simple hecho de eliminar los azúcares de nuestra dieta diaria provoca de forma inmediata una bajada del aporte calórico, y por lo tanto facilita la pérdida de peso. De hecho, los expertos aseguran que la eliminación de los azucares podría ayudarnos a perder al menos un kilo al mes. Asimismo, terminar con los azúcares refinados tiene efectos positivos sobre nuestra piel ya que su consumo afecta a la producción de elastina y colágeno, dos de las proteínas más importantes de la misma. Por el contrario si se mantiene un consumo abusivo, esto provocaría un envejecimiento acelerado de la piel, además de otras alteraciones cutáneas. 

¿La recomendación de la experta? Rebajar el consumo de azúcar poco a poco y sustituirlo por alimentos que lo contengan en su composición inicial, sobre todo, si lo contienen en forma compleja como las legumbres. 

 

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De igual modo, las personas que reducen el aporte de azúcar notan a la hora de hacer deporte una mejor forma física y más energía. Numerosos estudios han demostrado que el exceso de azúcar en el organismo bloquea la capacidad de nuestro cuerpo para mantener las reservas de energía a niveles más altos. 

Sin embargo, los nutricionistas recuerdan: “No pasa nada si eliminamos el azúcar de nuestra dieta porque el azúcar simple no es un nutriente esencial que tenga que tomarse de forma directa. Nuestro organismo, en condiciones normales, es capaz de regular la glucemia en sangre. Eso sí, al eliminar el azúcar simple, el azúcar de mesa (sacarosa), no quiere decir que debamos de eliminar todas las fuentes de azúcares de nuestra dieta, como es el caso del arroz, las patatas o la fruta, ya que si la eliminamos por completo y usamos exclusivamente grasas como fuente de energía podemos favorecer una cetosis y una disminución del aporte de glucosa al cerebro generando debilidad, temblores, torpeza mental e incluso desmayos por hipoglucemia”, termina Natalia Hernández Ribas.

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