María González Romero, la hija menor del matrimonio que durante casi 40 años formaron Felipe González y Carmen Romero, se encuentra muy pendiente del estado de salud de su madre que, desde la pasada primavera, está luchando contra un cáncer.
Sin especificar qué tipo de cáncer padece, el círculo de amigos a los que se les ha preguntado ha afirmado que “cuando llegue el momento ella dirá lo que tenga que decir” y que “está animada”. Carmen, de 68 años, está arropada por su familia, especialmente por su hija pequeña a la que es frecuente ver visitando el domicilio en el que reside su madre en compañía de alguno de sus tres hijos -fruto de su matrimonio con Eric Bergasa- y que según ha declarado la política son su “verdadera pasión”.
Con la misma discreción que siempre ha mantenido Carmen Romero, su hija evita dar detalles acerca del estado de salud de su madre, a la que seguro está cuidado y dedicando todas las atenciones.
Desde que se hiciera pública su enfermedad, Carmen Romero se ha mantenido alejada de la vida pública. Ella siempre ha sido una mujer muy activa, tanto en el terreno de la política -a la que regresó tras su divorcio con el Felipe González en 2009- como en la literatura, donde ha desarrollado números trabajos de traducción, además de descubrir a nuevos talentos literarios a los que se denominó como “Los 180 de Carmen Romero”.
Cuando el pasado mes de abril su nombre no figuraba en las listas socialistas para las elecciones al Parlamento Europeo, nada llamo la atención puesto que Carmen Romero había estado en anteriores etapas de su vida volcada en otros proyectos. Sin embargo, un mes después familiares y amigos declararon que su retirada estaba motivada por la enfermedad que padecía.
