Francisco Rivera ha vuelto a abrir su corazón y a confesar que se siente “impotente” y “triste” después de que le haya sido denegada la custodia compartida de su hija Cayetana. Lo ha hecho en el programa de televisión de Nieves Herrero, donde también habló de su relación con la Casa de Alba tras su enfrentamiento con Eugenia Martínez de Irujo en los tribunales: “Es triste haberme convertido en el mayor ogro por querer vivir con mi hija”. Y añadió: “Hay quien cree que ha sido producto de un capricho, pero no fue así, mi hija me pidió en varias ocasiones que quería vivir conmigo, y antes de actuar, medité mucho la decisión. Hoy me siento triste por no haber podido satisfacer su deseo”.
Sin embargo, quiso dejar claro que en ningún momento pidió la custodia compartida porque pensara que a su lado iba a estar mejor que con su madre: “Nunca he considerado que Eugenia sea una mala madre”. Pero al extorero le gustaría poder pasar más tiempo al lado de su hija. “Ocho días al mes no son suficientes, siento que me estoy perdiendo su vida, mi hija me hace mucha falta, siempre hemos tenido una relación muy estrecha”, contaba.
También ha hablado de su próxima boda religiosa con Lourdes Montes, a quien no dudó en dedicar unas tiernas palabras: “Es una persona muy dulce y maravillosa, nada tendría sentido en mi vida sin ella”. Asegura que tiene ganas de darle el “sí, quiero” por la iglesia, pero que todavía no saben cuándo será: “Nos gustaría casarnos por la iglesia y cumplir con nuestra fe, pero todavía no hay fecha y será una boda más íntima”. Y sobre su deseo de ampliar la familia y los rumores de que un bebé podría estar en camino, él lo deja bien claro: “Lourdes no está embarazada pero el bebé llegará cuando Dios quiera”.
