Carlos Moyá ha vuelto al trabajo y lo ha hecho luciendo una enorme sonrisa, pues sus motivos no le faltan. Después de unos días de descanso tras el reciente nacimiento de su última hija, Daniela, el cuarto motivo de su alegría, el extenista ha presentado un nuevo tratamiento masculino de cosmética y ha sido ahí donde el actual capitán del Equipo Español de Copa Davis ha hablado sobre su familia, y en concreto sobre la recién llegada, su tercer retoño de la que ha confesado: “Dicen que Daniela se parece a mí, aunque yo no lo veo mucho. No soy muy bueno para los parecidos. Ojalá se parezca a la madre. Firmo y deseo que sea así. Carla se parecía mucho a mí de pequeñita y luego ha ido cambiando”.
Carlos, quien ha cambiado la raqueta por los pañales, no ha descartado seguir aumentado la familia, pues a pesar de tener ya tres hijos, Carla, de tres años y medio, Carlos, de dieciséis meses y Daniela, de catorce días, ganas parece que no le faltan. “Pensar que ya somos familia numerosa es algo que motiva. Era un objetivo que teníamos claro. Nunca se sabe si vamos a tener más. No decimos que no. Hay que ver cómo se recupera Carolina, que ya son tres cesáreas” explicaba el orgulloso papá.
El extenista, que se convertía en padre por tercera vez el pasado 9 de abril, ha relatado cómo organiza ahora su agenda que tiene tres niños, y aunque hay compromisos profesionales que obligatorios, su familia siempre está por encima de todo. “Uno va teniendo menos tiempo para él, pero yo siempre que tenido claro que quería estar en casa en la época de crecimiento de los niños y para ellos es fundamental tener a sus padres al lado. Obviamente tengo que hacer unos viajes que me es imposible no hacerlos, pero intento pasar el mayor tiempo posible en casa, tengo un horario bastante flexible e intento repartirme. Es innegociable que por las tarde no vaya a recogerlos al colegio y no esté con ellos toda la tarde” declaraba Moyá.
El capitán de la Copa Davis, quien ha confesado que si volviera a nacer volvería a ser tenista, ha admitido que intenta combinar lo mejor que puede el ser un padre estricto y un padre consentidor, aunque a veces ha señalado que es una tarea bastante difícil. Centrado por completo en el cuidado de sus hijos, Carlos ha revelado no tener ningún “favorito” y querer a todos sus hijos por igual, aunque sí tiene claro como es cada uno de ellos, excepto la pequeña Daniela, que aún es demasiado pronto para saber qué carácter tendrá. “Yo creo que Carla es más como yo y Carlitos es como Carolina. Carla es más tímida y Carlitos mucho más abierto” ha señalado el extenista.
En cuanto al nombre elegido para la recién llegada, parece que la pareja lo tenía muy claro desde que conoció el sexo del bebé y aunque muchos pensábamos que continuarían con su 'tradición' de ponerle un nombre que empezara por la letra "c", el matrimonio decidió llamarla Daniela. “Nos gustaba Daniela, lo teníamos claro desde el principio y a Carla le preguntamos también hace unos meses si le gustaba y dijo que sí. Ella siempre ha sido muy niñera y ya hablaba con ella desde que estaba en la barriga de su madre”.
Juntos desde el año 2007 y casados desde el verano de 2011, el balance que Carlos hace de su relación con la actriz es inmejorable. “Tenemos lo que siempre habíamos soñado. Desde el principio Carolina siempre tuvo claro que quería niños y por ello ha sacrificado mucho su carrera. Quería ser madre y llegar a los cuarenta ya con una familia formada y con la energía suficiente. A los 30 tuvo a Carla y ahora tiene 34. En cuanto a mi yo siempre tuve claro que me encantaban los niños y que una vez dejara mi carrera de tenista mi objetivo primordial era crear una familia como la que tenemos, así que lo único que pedimos ahora mismo es salud para ellos y que crezcan bien”.
En cuanto a si inculcará a los niños su pasión por el tenis, parece que Carlos les dejará hacer, siendo ellos los que decidan que le gusta y que no. “La única que por edad podría empezar a jugar es Carla y de momento, no le llama mucho” ha señalado Carlos.
