Kim Kardashian ha mostrado en público su lado más maternal. Acostumbrada a verla en solitario o acompañada de Kanye West preocupada ante todo y sobre todo por su vestuario, la socialité nos ha demostrado que por su hija transforma su lado “chic” en protector.
Luciendo un amplio abrigo de piel marrón de Max Mara, que cubría una larga falda de punto gris, Kim se dejó ver en compañía de su hija, North West, su novio, Kanye West y su madre, Kris Jenner, en el aeropuerto JFK de Nueva York, minutos antes de volar hacía París, donde se rumorea que la pareja contraerá matrimonio a finales de este año.
Enfundada en una adorable chaquetita rosa con orejitas, a conjunto con un pantalón de chándal, North se convirtió en la verdadera protagonista del viaje, no solo haciendo las delicias de sus papás, sino también de todos los viajeros que se cruzaron con la socialité, a la que no dudaron en detener durante unos segundos para fotografiarse junto a ella.
Pero París no era el destino final de la pareja, sino tan solo el lugar donde efectuaron escala para seguir hasta Viena, donde Kim asistió anoche al Baile de la Ópera invitada personalmente por su organizador, el magnate austriaco Richard Lugner.
Feliz y totalmente centrada en su pequeña, la que acaparó toda su atención, Kim confesaba hace tan solo unos días: "Todo el mundo comenta lo gratificante que es tener un hijo, pero hasta que no eres madre no puedes ni imaginarte la alegría que puede generarte”. Además durante su asistencia al programa de Ryan Seacrest, la socialité confesaba: “Yo creo que tendré tres hijos como mucho” dejando claro que no piensa seguir los pasos de su madre en esta ocasión, ya que Kris se aventuró y tuvo seis hijos. “Después de dar a luz a North yo miré a mi madre y le dije te mereces una medalla por haber hecho esto seis veces”.