Un encantado Carlos Moyá fue protagonista de la segunda edición de los Premios Ciudad de la Raqueta, en los que recogió un galardón de manos de su amigo Roberto Carretero. “Es un honor llevar un tiempo retirado y que se sigan acordando de ti” comentó el extenista. En el patio de butacas, muy orgullosa, Carolina Cerezuela aplaudía este reconocimiento que llega en un momento excelente para la familia, sobre todo para Carlos que es el nuevo capitán de la Copa Davis, algo que significa mucho para él. “La Davis me dio mucho, estoy con muchos de los que fueron compañeros míos, así que muy contento de este cargo que ojala vaya bien en un futuro”.
Si su trabajo le trae satisfacciones, no lo hace menos su vida personal. El matrimonio espera el que será su tercer hijo, otra niña que se unirá a los juegos de Carlota y Carlos. “Estamos encantados, es bienvenida totalmente, siempre hemos querido tener familia numerosa. Para nosotros es un placer que la familia siga creciendo”. La pequeña, que nacerá en el mes de abril, no será quizá la última hija que tengan, tal y como comentó el deportista. “Seguirá creciendo (la familia) con esta tercera en abril de momento y luego ya veremos lo que pasa”. Los niños ya saben que pronto van a tener otro bebé en casa. “La mayor sí, sabe que le va a llegar una hermanita y está encantada”.
Carolina, radiante y presumiendo de embarazo, aunque casi ni se le notaba con el conjunto negro que escogió, explicó que se encuentra fenomenal. “Hay días que de repente no me acuerdo de que estoy embarazada porque con los dos niños, el trabajo y los viajes no tienes tiempo para prestarle toda la atención que se merece, pero me encuentro muy bien”. El nombre aún no lo tienen claro pero tal vez cambien de letra (el de sus otros dos hijos comienza por c). “Imagínate que vamos luego a por un cuarto, tanta c sería ya complicado. Nos gustan algunos nombres y cuando se acerque la fecha lo decidiremos”.
Y es que reiteró que no descartan aumentar la familia. “Tengo 33 años y estoy embarazada de mi tercer hijo osea que tenemos tiempo de tener muchos, pero no se qué pasará. No es un no rotundo al cuarto, ya veremos. Yo quiero mi casa llena de hijos, la alegría que te dan… La familia es el motor de todo para nosotros. Nos encantaría tener tres o cuatro, si no tengo un quinto será por alguna circunstancia que no se da, pero no por pereza, cansancio o porque no nos gusten los niños”.
En Navidad se dividirán entre Madrid y Palma y esperan las fiestas con ilusión porque con los pequeños todo es más divertido. “Esto te devuelve la ilusión del árbol y los regalos. Intentas transmitirles esa ilusión y ellos a su vez te meten a ti en ese espíritu navideño. Carla ya se entera de todo y el pequeñito está hecho un terremoto que te desmonta el árbol, te quita las bolas…”. Para el año nuevo sólo quiere esto. “Si pidiera algo no sería justo, este año me toca dar muchísimas gracias”.
En la velada se hizo una mención especial a María de Villota, un reconocimiento al legado que ha dejado a las nuevas generaciones de deportistas. “Doy las gracias por el premio en nombre de la familia. María fue un ejemplo de sacrificio y esfuerzo durante todos los años de su carrera profesional. Su legado permanecerá siempre” dijo Rodrigo García, su viudo, que estuvo arropado por el padre de María, Emilio. Carolina Navarro y Cecilia Reiter fueron premiadas en la categoría de padel, el Comité Olímpico español en la de institución, la Fundación de la Federación de Tenis madrileño en la de labor social, MAPFRE en la de empresa y el grupo musical Hombres G por su colaboración con los proyectos artísticos y culturales de la instalación.
