Jessica Bueno regresó la pasada semana a Sevilla con su hijo Francisco y es que la modelo tenía la boda de una prima el fin de semana en la localidad sevillana de Los Molares, donde vive toda su familia. Con un vestido rojo intenso, de encaje, firmado por el diseñador Alejandro Postigo, combinado con una pamela con una original flor, Jessica acudió a la ceremonia del brazo del hombre de su vida, su hijo Francisco.
El pequeño también se puso guapo para la ocasión, con un conjunto de pantalón corto y camisa beige, con capota a juego. El niño, que el próximo mes cumple un año, estaba muy tranquilo en brazos de su madre y se convirtió en el “juguete” de la familia, haciendo las delicias de los invitados. No acompañó a la modelo su novio Jota Peleteiro, que se quedó en Eibar para cumplir con sus compromisos profesionales.
Evitando hacer comentarios acerca de las últimas y polémicas declaraciones de su ex, Kiko Rivera, en diversos programas de televisión, Jessica ha pasado estos días con los suyos antes de regresar a la ciudad en la que ha establecido su residencia tras abandonar Sevilla, aunque tal vez permanezca con su familia. Hace casi un mes, la modelo hizo las maletas y se marchó con su hijo a Eibar, una decisión que, según comentó Kiko en El programa de Ana Rosa, tomó sin su consentimiento. El hijo de Isabel Pantoja lleva cinco semana sin ver a su niño, porque Jessica le pone unas condiciones que no está dispuesto a aceptar, tal y como contó. “Me dice que puedo ver a mi hijo siempre y cuando esté ella delante porque dice que tiene miedo a que lo rapte” explicó.
El próximo día 4 de noviembre se celebrará la vista en este caso y será entonces cuando la expareja se encuentre. Se decidirá el régimen de visitas del pequeño Francisco, aunque Jessica no quiere llegar a juicio. Tal y como dijo Kiko, “no quiere ir a juicio porque sabe que lo ha hecho mal”.
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