Numerosos amigos y familiares de Rosalía Mera se acercaron desde primera hora de la mañana al tanatorio de Servisa, frente al hospital San Rafael en el que falleció a última hora de ayer. Allí no ha faltado su exmarido, Amancio Ortega, que ha llegado a las once y media de la mañana. Ayer también estuvo en este hospital de San Rafael, en el que ingresó la empresaria, tras ser trasladada desde Menorca, donde se encontraba de vacaciones y sufrió el derrame cerebral que le ha provocado la muerte.
En el interior del tanatorio, Amancio se reunió con su hija Sandra quien, acompañada por dos de sus hijos, estaba allí desde las 10.30 horas. La hermana de la fallecida y trabajadores de la Fundación Paideia, la organización sin ánimo de lucro creada por Mera, también han pasado por allí para dar su último adiós a la fallecida, que fue todo un ejemplo de mujer trabajadora. Dicha fundación ha cerrado hoy sus puertas en señal de duelo.
Diversas personalidades políticas también se han acercado como el presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaría o los consejeros de Bienestar y Educación de la Junta de Galicia, Beatriz Mato y Jesús Vázquez, entre otros. El entierro, que, según fuentes consultadas por Europa Press, será una ceremonia sencilla y está previsto que se celebre el sábado por la mañana, en Santa María de Liáns, en Oleiros, un municipio cercano a La Coruña, y después será enterrada en el cementerio de Santa Cruz, de dicha localidad.
Tras conocer la noticia de su fallecimiento, han sido numerosas las muestras de condolencia, entre ellas, por parte de Inditex, la empresa que creó junto a su entonces marido Amancio Ortega, y la Xunta de Galicia que destacó, no sólo su contribución al desarrollo económico de la región, sino también su implicación en proyectos como la integración social de colectivos vulnerables y la investigación de enfermedades.
