Aitor Ocio: 'Me encantaría volver a enamorarme porque para mí, estar en pareja es el estado ideal'

Por hola.com

Abandonó el fútbol el año pasado, el deporte que ha sido su pasión y su modo de vida y ahora Aitor Ocio ha comenzado una nueva etapa en su vida, tanto a nivel profesional como personal. Siempre ha sido uno de los futbolistas que más pasiones ha levantado en el terreno de juego y fuera de él. Con su casi 1, 90 metro de estatura y sus ojos castaños, Aitor acaba de ser elegido como el mejor cuerpo de España por una publicación, y quién mejor que él para hablar de cómo se cuidan los hombres y presentar un nuevo método de depilación, donde ha hablado de sus proyectos, de su reciente ruptura, de su relación con la madre de su hija, Laura Sánchez, y del amor de su vida: su hija Naia.

 

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Mi vida ahora es bastante intensa porque ha coincidido el cierre de mi vida profesional con el comienzo de muchos proyectos, y a la vez estamos con un proyecto de una clínica de estética y nutrición en Bilbao y también estamos desarrollando unos centros deportivos”, ha contado el exjugador del Atletic de Bilbao. Él sigue dedicando gran parte de su vida al deporte, aunque de otra manera, y asegura que no lo hace por tener un cuerpo diez, sino porque es su manera de entender la vida: “Mi entrenamiento y mi forma de alimentarme no son por ser coqueto, sino para sentirme bien conmigo mismo. Mi forma física es el resultado de mucho entrenamiento y ahora, aunque ya no juego de manera profesional, el deporte sigue en mi vida y eso no va a cambiar”.

Aitor ha terminado hace unos meses su relación con Bárbara Muñoz, con quien ha estado más de tres años y asegura que le gustaría volver a encontrar el amor: “Reconozco que no es fácil encontrar a alguien cuando das tanto en una faceta, como en mi caso es la de padre, pero me encantaría volver a enamorarme porque para mí, estar en pareja es el estado ideal”. Y añade: “Ya tengo claro lo que no quiero. Porque a veces las malas experiencias te marcan más de la cuenta y te dejan unos miedos e inseguridades”. Aunque parezca mentira, Aitor se considera un hombre muy vergonzoso y dice que no se le da muy bien entablar una relación con alguien. “Soy muy tímido y me cuesta mucho poder dar un paso”, pero también reconoce que tiene sus puntos fuertes, como ser un “hombre detallista”.


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Después de la batalla judicial con Laura Sánchez por al custodia de Naira, que en agosto cumplirá siete años, Aitor dice que les costó mucho llegar a un acuerdo: “A estas alturas, y lamentándolo mucho, creo que sí, que nos ha costado mucho. Hay una realidad y dos puntos de vista diferentes, que yo acepto y respeto y nunca haré una manifestación en otro sentido. Pero para mí lo más importantes es que Naia está feliz con su colegio, sus amigos… Y tiene lo mejor de su madre y lo mejor de su padre”. La pequeña vive en Bilbao con su padre y pasa también mucho tiempo con su madre: “Naia está en Bilbao conmigo y es el centro de mi vida. Y no es que esté volcado con ella, es que yo la paternidad la concibo así. No cambiaría por nada llevar a mi hija al colegio por las mañanas, acostarla por las noches y levantarme con ella”.

También le han preguntado cómo se tomaría el que la situación cambiara y le otorgaran a Laura la custodia: “No me puedo plantear esa situación ahora mismo. Yo vivo el día a día, me encanta verla sonreír cada día y mientras pueda seguiré haciéndolo. Podría haber seguido jugando al fútbol en otros lugares, pero eso había supuesto una separación de mi hija y eso no entra en mi cabeza”.