El pasado miércoles, Londres se despidió de su Dama de Hierro, en un solemne funeral con honores militares. El coche fúnebre con los restos de Margaret Thatcher, la que fuera primera ministra de Reino Unido de 1979 a 1990, salió del Parlamento británico hacia la Catedral de San Pablo, donde se encontraban varios invitados, entre ellos la reina Isabel II, que no asistía al funeral de un dirigente político desde el fallecimiento de Winston Churchill en 1965.
Muestras de cariño, lágrimas, protestas de algunos detractores de su política… En el funeral de Margaret Thatcher ha habido de todo, pero sin duda, de uno de los temas de los que se ha hablado mucho es de un gran descubrimiento: la nieta de la que fuera primera ministra, Amanda. El revuelo que ha formado con su belleza y con la elegancia que mostró en el funeral, ya han sido comparados por la prensa inglesa con el que causó Pippa Middleton en la boda de su hermana, la Duquesa de Cambridge, con el vestido blanco que llevó.
Amanda, de 19 años, acaparó muchos de los flashes en la catedral. Vestida de riguroso luto y con sombrero, encandiló a todos los allí presentes por su belleza, pero sobre todo por su seguridad, cuando subió al altar a leer en la misa, por expreso deseo de su abuela. Sabía que el funeral iba a ser seguido por miles de personas, pero demostró mucho aplomo en el altar y muchos son los que ya han comparado su forma de hablar con la que tenía Margareth Thatcher. “Lo lleva en la sangre”, han llegado a decir algunos políticos que asistieron a este último adiós.
La nieta de la primera mujer que ha llegado a ser primera ministra de Reino Unido tiene nacionalidad estadounidense. Se crió en Texas y Sudáfrica y hasta la fecha era toda una desconocida para la prensa. Amanda y su hermano Michael, de 24 años, son los únicos nietos de la Dama de Hierro y viven en Estados Unidos con su madre, Diane Bergdof, que fue la primera mujer de Mike Thatcher. Ella estudia en la Universidad de Richmond en Virginia, donde, al parecer, es una destacada alumna.
