Se les nota en la mirada. No pueden y tal vez no quieren ocultar lo felices que están el uno al lado del otro. Inseparables, Ana Rodríguez y Ernesto Manrique están viviendo intensamente su amor, un amor que ya no se ocultan a nadie. La que fuera esposa de José Bono y el empresario mexicano, quienes comenzaron a salir el pasado verano, compartieron ayer una velada solidaria con su hija Amelia Bono y el marido de esta, Manuel Martos, quienes parecen llevarse a las mil maravillas con Ernesto Manrique.
Los cuatro, luciendo sus mejores galas, acudieron anoche a la denominada 'Soul Food Nights', una iniciativa para recaudar fondos para Acción contra el Hambre en la que varios chefs cocinaron sus delicias en algunas de las tiendas y locales más emblemáticos de la capital, y en la que ellos no dudaron en aportar su particular granito de arena.
Uniendo moda, gastronomía y solidaridad las tiendas de Adolfo Domínguez y Tous situadas en la madrileña calle Serrano fueron los escenarios elegidos para dar rienda suelta a esta iniciativa a la que también se sumaron la periodista Carme Chaparro, la presentadora Luján Argüelles, el arquitecto Joaquín Torres, encargado de la decoración y Cristina Tárrega.
Pero, sin duda, los protagonistas de la noche fueron Ana Rodríguez y su pareja, con el que la que fuera esposa del expresidente del Congreso durante veintinueve años está viviendo una segunda juventud. Y es que aunque Ana y Ernesto se conocían desde hace tiempo no fue hasta el verano pasado cuando surgió la chispa entre los dos.
Es más que evidente que, tres años y medio después de la ruptura de su matrimonio, está rehaciendo su vida. El brillo que ahora se asoma a su mirada es la mejor prueba de ello. Y eso que vive volcada en sus cuatro hijos, sus dos nietos y en el trabajo que le dan las siete tiendas de Tous, firma para la que también colabora como diseñadora.
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