Juan Antonio Ruiz ‘Espartaco’ pasó hace unos días por el quirófano para someterse a una operación leve para solucionar una lesión en las cervicales, producto de las innumerables cogidas y percances que sufren los toreros en el ruedo, y durante los dos días que ha permanecido ingresado en el centro hospitalario, no le ha faltado el apoyo de su familia, como sus dos hijas mayores, Alejandra e Isabel, que no se han separado de él.
El torero llegó el pasado lunes al hospital Quirón Sagrado Corazón de Sevilla sobre las ocho de la tarde, hora en la que había sido citado para el ingreso, y lo hizo junto a la primogénita de la casa, Alejandra, que pasó esa noche a su lado. Tanto ella como Isabel, que llegó un día más tarde por tener un examen el mismo día de la operación de su padre, estuvieron muy pendientes de él y de atender a las visitas que recibió durante su estancia en el centro hospitalario. El pequeño Juan fue el único que no pudo estar junto a su padre, debido a que justo en esos días retomaba el curso escolar tras las vacaciones de Navidad. Pero seguro que muy pronto el benjamín de la casa bajará a la capital andaluza para estar unos días al lado de su padre.
Igualmente, la ex mujer del torero, Patricia Rato, se ha interesado por la salud del padre de sus hijas ya que, aunque tuvieron un divorcio difícil, mantienen una relación cordial. Patricia llegó a Sevilla procedente de Madrid el mismo día de la operación de su ex marido y estuvo muy pendiente de sus hijas y de que no les faltara de nada mientras estaban en el hospital, y el martes por la tarde, fue la encargada de recoger a Isabel en el Ave. Después se dirigió con su hija y una amiga hasta la clínica donde se encontraba hospitalizado ‘Espartaco’, aunque ella prefirió no bajarse del coche y se despidió con un cariñoso beso de su hija.
La operación que fue todo un éxito y a la salida del hospital Juan Antonio, que iba con sus dos hijas, se mostró sonriente, relajado y muy tranquilo. Ahora le toca guardar reposo para recuperarse por completo y volver a estar en plena forma.
