Han pasado ya cinco años desde que anunciaran su separación, sin embargo, Cayetano Martínez de Irujo y su exmujer, Genoveva Casanova, no solo se llevan mantienen una excelente relación por el bien de sus hijos y el suyo propio, sino que también trabajan juntos. Ambos ostentan cargos en la Fundación Casa de Alba, él como patrono de la fundación, y ella como directora de Proyectos y Relaciones Institucionales, por eso no solo les une la familia, sino también los compromisos profesionales.
Durante los últimos días, Cayetano y Genoveva han trabajado más unidos que nunca debido a la exposición que muestra, desde hace algo más de quince días, las piezas más importantes del patrimonio artístico de la Casa de Alba, en el Centro Cibeles del Ayuntamiento de Madrid, bajo el nombre de "El legado Casa de Alba, mecenazgo al servicio del arte" y a juzgar por el resultado ambos han demostrado que eso de trabajar juntos se les da muy bien.
Ayer, sin ir más lejos, el hijo de la Duquesa de Alba y la que fuera su mujer acudieron juntos a la celebración del centenario del Comité Olímpico Español que presidió el príncipe Felipe y en el que ambos intentaron pasar desapercibidos y les resultó imposible.
Al finalizar el acto, en donde el Príncipe de Asturias advirtió de la necesidad de que el "inmenso bagaje deportivo" de España "se conserve", crezca "en lo posible" y, sobre todo, "sea ejemplo y motivo de inspiración en otras dimensiones" de la vida nacional, para superar los retos económicos, Cayetano y Genoveva abandonaron el lugar acompañados de un buen amigo del conde de Salvatierra.
Y es que a pesar de su separación, ambos han demostrado siempre que su relación nunca ha sido tan distante como suele ocurrir desgraciadamente cuando hay un divorcio, en parte por el gran cariño que le profesa la duquesa de Alba a la mexicana, quien siempre ha defendido a su nuera, como ella la sigue llamando.
