Mar Flores y Sofía Mazagatos, espectaculares bajo el sol de Ibiza

Por hola.com

Ibiza es, sin duda, el destino por excelencia elegido por los famosos para disfrutar sus vacaciones. En la isla pitiusa hemos visto este verano, entre muchos otros, a Borja y Blanca Thyssen, a Tamara Falcó, a Adriana Abascal, a David Bustamante y Paula Echevarría, a Elle Macpherson y Naomi Campbell, a Fonsi Nieto y Alba Carrillo, a James Blunt, a Eduardo Cruz, a Carlos Moyá y Carolina Cerezuela, a Paris Hilton, al DJ David Guetta, a Guti y Romina, a los futbolistas Cesc Fábregas, Raúl González, Fernando Torres y Sergio Ramos...

Las últimas en regalarnos allí imágenes de lo más estivales han sido las exmodelos Mar Flores y Sofía Mazagatos. Luciendo sus esculturales figuras bajo el sol ibicenco, Mar y Sofía han disfrutado del sol y las aguas cristalinas de la isla durante sus jornadas de descanso.


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Volcada en su familia y en su faceta de empresaria, Mar está aprovechando a tope sus días libres en compañía de los suyos. Así, disfrutó de un espléndido día de sol y mar en la isla blanca. Con un bikini marinero, azul y blanco, y el pelo recogido en un moño, y gafas de sol, Mar se divirtió en alta mar con su marido, sus hijos y un grupo de amigos, entre los que se encontraba Elsa Anka, en la fiesta que organizaron en el barco de Javier Merino, que se mostró como un gran anfitrión, muy atento a su invitados.

A sus cuarenta y tres años y a pesar de haber sido madre en cinco ocasiones, la última de los mellizos Bruno y Darío hace poco más de un año, Mar se encuentra espléndida y luce una figura envidiable y bronceado en el Mediterráneo, conservando el cuerpo 10 que lucía en las pasarelas y en las sesiones de fotos.


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La isla pitiusa también ha sido elegida por Sofía Mazagatos como destino vacacional. Aunque la vimos algo seria y pensativa, la bella madrileña disfrutó de los rayos del sol. Luciendo su espectacular silueta, con un bikini rojo y gafas de sol, quien fuera Miss España en 1991 se dio un chapuzón en las cálidas aguas del mar Mediterráneo y después se tumbó en la cubierta del barco para broncearse y relajarse.