Luis Alfonso de Borbón se despide de su abuela en París arropado por el cariño de su mujer, Margarita Vargas, y de su madre, Carmen Martínez-Bordiú

Emmanuella Dampierre y Ruspoli, madre de los fallecidos Alfonso, duque de Cádiz y Gonzalo de Borbón, fallecía el pasado 3 de mayo en Roma alos 98 años

Por hola.com

El jueves 3 de mayo fallecía a los 98 años de edad la abuela de Luis Alfonso de Borbón, Emmanuella Dampierre y Ruspoli, viuda de Jaime de Borbón, hermano de don Juan de Borbón, padre del actual rey de España y madre de los fallecidos Alfonso, duque de Cádiz y padre de Luis Alfonso y Gonzalo de Borbón. El hijo de Carmen Martínez Bordiú, que se encontraba en España, cancelo todos y cada uno de sus compromisos y voló hasta Roma, ciudad en la que residía Emmanuella, para hacerse cargo, como único pariente vivo, de todos los preparativos para el funeral y entierro de su abuela paterna en París.

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El cuerpo fue trasladado hasta la capital francesa, donde el pasado viernes se celebraba una ceremonia religiosa en la iglesia de Val-de Grace, ocho días después de su muerte y que fue conducida por el obispo de Versalles.

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El oficio estuvo presidido por su nieto, Luis Alfonso de Borbón, duque de Anjou y por su esposa, María Margarita Vargas, el mejor apoyo para Alfonso en estos difíciles momentos. Vestida de riguroso negro, Margarita, quien tuvo que recurrir en más de una ocasión a un pañuelo para secar sus lágrimas, no se separó ni un solo momento de su marido, quien también contó con el cariño y el apoyo de su madre Carmen Martínez-Bordiú.

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Hasta París también se trasladó Constanza de Habsburgo, pareja del duque de Cádiz en el momento de su trágico fallecimiento en el año 1989 y a quien tras finalizar la ceremonia pudimos ver junto a Carmen Martínez-Bordiú.

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El funeral fue de cuerpo presente y tras finalizar la misa por el alma de la fallecida, el féretro fue trasladado hasta el cementerio de París en donde se encontraba el panteón familiar de la fallecida. Era su deseo que su cuerpo descansase allí junto al de algunos miembros de su familia y su nieto ha hecho realidad su última voluntad. En presencia de unas nueve personas se celebró el entierro, con un pequeño responso, antes de ser introducido en el panteón, donde Luis Alfonso y su esposa, María Margarita, permanecieron unos minutos rezando.

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Su abuela era el último eslabón vivo que le unía a su familia paterna directa. Además, destacar que el funeral y el entierro fueron sencillos, pues no contó con la vieja guardia del legitimismo francés que durante tantos años apoyó a doña Emmanuella en su lucha por el reconocimiento dinásticos, primero de su hijo, el duque de Cádiz, y después de su nieto, Luis Alfonso.