Fort de Brégançon, en la Costa Azul francesa, ha sido el lugar elegido por Nicolás Sarkozy y Carla Bruni para disfrutar de unas relajadas vacaciones antes de regresar al trabajo y preparar la llegada del bebé que esperan. El presidente de Francia, que acudió el pasado fin de semana sin su esposa a la boda de Alberto de Mónaco, se reunió después con ella para pasar unos días juntos.
A la primera dama francesa se le nota cada vez más su tripita de embarazada y, quizás por eso, la pareja ha querido discreción y ha elegido para relajarse su residencia privada de verano, un lugar muy conocido para ellos pero sin gente que pueda molestarles. Le fort de Brégançon es un islote situado al sur de Bormes-les-Mimosas y convertido en la residencia oficial de verano del presidente francés desde 1968.
La pareja optó por este tranquilo lugar para darse un refrescante baño en compañía de sus guardaespaldas, que no les dejaron solos ni un solo momento. Carla, ayudada por un tubo flotador, aprovechó el agua para realizar algunos ejercicios y procurar así mantenerse en forma durante su embarazo.
A ella no la veíamos desde finales del pasado mes de mayo, cuando se dejó ver en público por última vez durante la cumbre del G8 en Deauville junto a las esposas de los mandatarios que participaban en este encuentro. Una aparición que supuso la “confirmación” de su embarazo.
Aunque oficialmente ninguno de ellos se ha pronunciado al respecto (sólo el padre del presidente anunció la llegada de su próximo nieto), estas últimas imágenes ya hablan por sí solas y, a juzgar por las mismas, todo marcha viento en popa. Se desconoce la fecha en que tendrá lugar el nacimiento del primer hijo en común de la pareja, aunque según el Le Figaro, el bebé nacerá entre el 3 y el 4 de noviembre de este mismo año.
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