Algunos medios lo dan ya por hecho e incluso aventuran la fecha en la que nacerá el bebé de Carla Bruni y Nicolás Sarkozy. Sin embargo, la pareja no desmiente ni afirma una de las noticias que más está dando que hablar en las últimas semanas. Si este fin de semana, la primera dama en la visita del presidente de Corea del Sur, Lee Myung-Bak, al Elíseo alimentaba los comentarios debido a su vestuario, una blusa holgada, y sus gestos, se cubrió el vientre y el pecho con los brazos, ahora ha sido en la televisión donde una simple felicitación ha hecho saltar de nuevo las alarmas.
En el informativo del mediodía de TF1 se esperaba que hablara abiertamente sobre el tema, aunque durante la entrevista, el periodista Jean-Pierre Pernaut le preguntó acerca de su trabajo contra el analfabetismo. Para dar por concluido el encuentro, el presentador dijo, sin indicar el motivo: “Sé que no le gusta que hablen de su vida privada, pero sólo quiero felicitarla”. A lo que Bruni, con una tímida sonrisa en el rostro, respondió: “Le felicito también a usted”. Una conversación un tanto críptica en la que muchos han visto la afirmación implícita de que las noticias sobre su estado son verdaderas.
¿Por qué entonces la primera dama es tan reacia a confirmarlo? Han sido muchas las oportunidades que ha tenido para hacerlo como el encuentro con los lectores del diario Le Parisien hace algunas semanas, en el que respondió rotundamente: “Prefiero tener la boca cerrada no por arrogancia ni por gusto al secretismo, sino para proteger algo y para proteger todo el trabajo que hace Sarkozy”. Poco después anuló su visita al festival de Cannes, donde tenía previsto asistir a la presentación de la cinta de Woody Allen en la que participa. ¿Los motivos? Razones personales. ¿Cuáles son las razones por las que evita hablar directamente de esta cuestión? ¿Será cierto que dentro de unos meses se convertirá en madre de nuevo?
