Más detalles de la boda de Jacobo Fitz-James Stuart y Asela Pérez Becerril en el palacio de Liria

El vestido que lució la prometida del nieto de la duquesa de Alba pertenece al diseñador Lorenzo Caprile, quien para realizarlo se inspiró en el pintor Zurbarán

Por hola.com

 
Por fin llegó el gran día para Jacobo Fitz-JamesStuart Fernández de Castro, nieto de la Duquesa de Alba, y Asela Pérez Becerril. Tras muchos meses de preparativos para que todo estuviera a punto, la pareja ha vivido uno de los días más especiales de sus vidas rodeados por sus familiares y amigos más cercanos y ha contraído matrimonio en una ceremonia celebrada en un marco excepcional, el palacio de Liria (Madrid).

 

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Para la ocasión, la novia lució un precioso y trabajado vestido de raso de seda natural con bordados en oro viejo firmado por el diseñador Lorenzo Caprile, quien para realizarlo se inspiró en el pintor Francisco de Zurbarán. Además, Asela, que procede de una ilustre familia y debido a su pasión por el arte es dueña de una conocida galería de Madrid, Espacio Valverde, se decantó por un ramo de rosas blancas y margaritas y romántico recogido en el que llevaba una mantilla que tenía un significado especial para ella ya que pertenece a su familia. Aunque el velo cubría su rostro, no fue un impedimento para ver el maquillaje elegido por la protagonista del día: muy natural pero que resaltaba su mirada y sus labios de color rojo. 

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Jacobo, de treinta años, es hijo de Jacobo Fitz-James Stuart Martínez de Irujo, conde de Siruela y conocido editor, y María Eugenia Fernández de Castro, a quien pudimos ver en los jardines de Liria luciendo un vestido en tono verde oliva y negros y tradicional mantilla de color marfil. Como es habitual, todos los invitados felicitaron al novio, que esperaba impaciente a su prometida, por el importante paso que estaba a punto de dar. Así, Jacobo recibió el cariño y el apoyo de todos los que han querido acompañar a la pareja y ser testigos del esperado 'sí, quiero'. De hecho, aunque no fueron fotografiados a su llegada al palacio, su abuela, doña Cayetana, y Alfonso Díez fueron de los primeros en felicitar a los recién casados.