La modelo sueca Elin Nordegren, esposa del golfista Tiger Woods, ha querido poner tierra de por medio y refugiarse en su tierra natal para alejarse de todo el bullicio que ha provocado la noticia de las infidelidades de su marido. Y es que, nada mejor que la familia para pasar estos momentos tan duros que está atravesando. Por ello, la modelo ha pasado las vacaciones de Navidad junto a los suyos y los dos hijos que tiene con Woods.
Después de pasar unos días muy familiares, la todavía mujer de Woods, que ya ha decidido pedirle el divorcio, viajó hace dos días hasta los Alpes franceses para pasar el Año Nuevo en compañía de su hermana Josefin y cinco amigos. Al parecer, Elin se aloja en un lujoso chalet cerca de un exclusivo hotel balneario ubicado en la localidad francesa de Chamonix, según informa el diario The Sun. "Elin quería llevar a su familia y amigos más cercanos lejos del impacto mediático causado por su marido al confesar las infidelidades. Esta totalmente destrozada", asegura una fuente cercana a la modelo al periódico británico.
Por su parte, Tiger podría haber pasado las navidades en Estados Unidos junto a su familia, aunque según informaba la revista People, el deportista había pensado en pasar estas fechas tan señaladas con sus amigos en una isla de las Bahamas. No obstante, el barco de Tiger, Privacy, con el que habría navegado hasta las islas, sigue anclado en el puerto de Palm Beach, en Florida.
Desde el pasado 27 de noviembre el golfista no ha dejado verse en público. Y es que, la vida del que hasta entonces era considerado el mejor jugador de golf del mundo ha dado un giro radical. La noticia de sus infidelidades no sólo ha tenido consecuencias nefastas para su matrimonio, sino que también el deportista decidió retirarse indefinidamente del golf hasta resolver sus problemas familiares. Además, esta misma semana conocíamos las repercursiones de este escándalo en la bolsa estadounidense: Las acciones de compañías como Gillete, AT&T y Nike, de la que él es imagen, perdieron alrededor de 8.369 millones de euros durante los 13 días laborables que sucedieron al inicio del escándalo.
