Cruz Beckham: ha nacido una estrella

El menor de los tres hijos de David y Victoria Beckham salió de compras con su madre con un traje de vigilante del zoo de San Diego, gorro de Papá Noel y gafas de explorador

Por hola.com

Que tiemblen sus padres. Sólo tiene 3 años y ya es un chico que hacer volver cabezas a su paso. Cruz Beckham apunta maneras de estrella, mucho más que sus hermanos mayores, Brooklyn y Romeo, tan guapos como él pero sin ese carisma con el que se nace pero que no se hace. No hay más que verlo en las fotografías que acompañan estas líneas.

El pequeño Cruz vestido con el uniforme de los cuidadores del zoo de San Diego para ir de compras con su madre, Victoria Beckham, a un centro comercial de Los Ángeles. Y no sólo el uniforme, Cruz llevaba también un sombrero de explorador, en la mano porque no le debía resultar muy cómodo, y gafas de aviador. Victoria, como es habitual, escogió con cuidado su look: vestido de ante verde botella, botines de Christian Louboutin y bolso naranja de Roberto Cavalli.

Como a cualquier niño, a Cruz le encanta Papá Noel así que le pidió a su madre que le comprara un gorro rojo de Santa. La artista británica cumplió los deseos de su hijo y al terminar las compras, Cruz ya no llevaba su sombrero de explorador en la mano sino su gorro de Papa Noel en la cabeza.

David y Victoria Beckham miman a sus retoños, les han paseado por todos los puntos del planeta y, además de su educación, se preocupan porque tengan un vestuario a la última. Desde que están en Los Ángeles comparten fiestas infantiles con Suri Cruise, los hijos de Heidi Klum y los niños de Gwen Stefani. Brooklyn y Romeo siguen los pasos de su padre en el fútbol pero Cruz tiene alma de artista, como mamá. Ya lo vimos en el último concierto de las Spice girls en Nueva York. Todos los hijos de las componentes del grupo salió al escenario y Cruz fue el único de los seis niños que se atrevió a bailar sobre el escenario sin que nadie se lo pidiera. Ese día Victoria tuvo que sacar a su hijo pequeño de la escena porque él no tenía ninguna intención de parar de bailar.