El próximo 14 de julio una de estas 85 bellezas internacionales se convertirá en Miss Universo. Hasta entonces son varios los desfiles que tendrán que realizar para convencer al jurado de que merecen ser ganadoras. Las aspirantes al título se encuentran actualmente en la bahía de Halong, disfrutando de una relajante excursión en barco. Pero antes, tuvieron que hacer un alarde de belleza y espectáculo luciendo los trajes propios de cada país.
En esta ocasión, la organización del certámen tuvo que elegir a los trajes que mejor combinaban tradición y fantasía. Fueron diez, las misses que fueron distinguidas con el galardon: las representantes de Albania, Colombia, República Dominicana, India, Kósovo, México, Perú, Sudáfrica, Venezuela y Vietnam. Aunque no estuvo entre las elegidas, la representante española, Claudia Moro, llevó a Vietnam un elegante traje de flamenca, que supo lucir con bastante soltura.
No obstante, no fue el único atuendo que llamó la atención por su originalidad y vistosidad. Los trajes elegidos por las representantes de países como Brasil, India, Turquía o Estados Unidos también convencieron a los asistentes por su gama de alegres y llamativos colores. Aunque si hubo un traje que destacó por su originalidad fue el de Miss Canadá, Samanta Tajik, quien hizo un guiño a los ancestros que poblaron el extremo norte de América. Pero si tuviéramos que hablar de diseños exóticos, sin duda, nos refeririámos al vestido con el que desfiló la representante de Sudáfrica, Tansey Coetzee, inspirado en la belleza de los pavos reales.
