La cenicienta de la noche -en versión gótica- fue Eva Green y su príncipe azul, Gonzalo Miró. Todo respondía a un estudiado guión de cuento de hadas dirigido por el fantástico buen hacer de Beatriz de Orleáns con motivo de la presentación del nuevo perfume de la casa Dior, Midnight Poison.
El escenario elegido fue el hotel Ritz de Madrid hasta cuyo jardín llegó la chica Bond de Casino Royale en una calesa tirada por caballos, vestida de negro con un vintage de Dior y tocada con sombrero de terciopelo del que destacaban sus larguísimas plumas de faisán. Su príncipe, Gonzalo Miró, la recibió mientras los invitados no perdían detalle de la escena. Entre ellos, Mónica Cruz, vestida por Dior, coincidió con su ex novio, Miguel Ángel Muñoz, y se mostró encantada de que la princesa Letizia se haya declarado fans de sus diseños para Mango. "Me encantó como lo lleva", nos dijo.
La modelo Laura Ponte llegó con su cuñada, Mónica, esposa de Fernando Gómez-Acebo, y después de haber pasado todo el día trabajando en el Rastrillo. Laura confiesa que tiene "alma de tendera" y que está disfrutando muchísimo esta semana en la que está ayudando a la asociación Nuevo Futuro. Sin su pareja -Helen Lindes- acudió Mister Mundo 2007, Juan García. Todo fue, según dijo, porque ella no estaba en Madrid.
La presencia inesperada de la noche fue la Baronesa Thyssen que rivalizó en esmeraldas impacatantes con la condesa viuda de Romanones, Aline Griffith. Carmen Cervera lució collar, pulsera y broche de Harry Winston de brillantes y esmeraldas sólo comparable al aderezo de collar y pendientes, también de esmeraldas, que lució Aline. La baronesa desveló que pasará las Navidades en Suiza, con sus hijas mellizas, que ya tienen un año y medio, y sin su hijo Borja. Con él sigue manteniendo una excelente relación, hablan todos los días por teléfono y, sin embargo, con su nuera, Blanca Cuesta, continúa sin llegar a un entendimiento.
Recién llegados de su luna de miel en Japón, Nuria March y José María Pasquín evitaron posar juntos y el empresario cedió a su esposa todo el protagonismo. Lolita Flores y su novio, Pablo Durán, hicieron todo lo contrario, no pusieron ninguna pega y fueron todo encanto y simpatía. Paloma Lago estaba radiante con un diseño de Azzaro y María José Suárez, en crisis con Feliciano López, acudió con su amiga, Raquel Rodríguez.
