Si hacía tiempo que no les veíamos en un partido de tenis, mucho más ha transcurrido desde que pisaron la cancha para jugar juntos un partido de dobles. Y lo han hecho con fines benéficos. Las ex estrellas de este deporte André Agassi y su mujer, Steffi Graf, volvieron a empuñar la raqueta por una causa benéfica este fin de semana.
El encuentro se produjo el sábado en la ciudad alemana de Mannheim, y allí se midieron contra otra pareja de altura: la número uno del mundo, la belga Justine Henin y el ex jugador croata Goran Ivansivec. Aunque en un principio se programó que el encuentro sería entre Graf y Henin, una lesión leve durante un entrenamiento echó para atrás a la alemana y los organizadores decidieron programar un encuentro de dobles mixto.
Alrededor de ocho mil personas presenciaron un partido que tuvo lugar a beneficio de la fundación Children for tomorrow (Niños del mañana) que preside la esposa de André Agassi y que ayuda a niños necesitados. Aunque marido y mujer no lograron superar el buen juego de sus contrincantes, ante los que perdieron por 7-5 y 6-2, el matrimonio no perdió el buen humor y, saltándose el protocolo, se saludaron con un tierno beso al final de la exhibición.
Madre comprometida "Es, como siempre, fantástico estar de vuelta en casa, aunque hayamos perdido por primera vez", dijo Graf tras el encuentro, al que siguieron otros dos individuales entre Agassi e Ivanisevic uno, y Henin y Ana Ivanovic el otro.
La ex tenista, de 38 años y madre de dos niños fruto de su matrimonio con el estadounidense -Jaden Gil, de seis años, y Jaz Elle, de cuatro-, logró recaudar entre 500 mil y 750 mil euros que irán a parar a proyectos de desarrollo en países como Sudáfrica y Eritrea. "Mañana seguramente me dolerán varias partes del cuerpo, pero estoy feliz por poder jugar", dijo Steffi, aún una estrella en su Alemania natal, que tuvo que retirarse por un dolor en una pantorrilla.
