Isabel Preysler acompañada de sus hijas mayores, Chábeli y Tamara, fueron las encargadas de inaugurar la nueva tienda de Porcelanosa en Barcelona. Isabel es imagen de esta firma desde hace veinte años y esta es la primera ocasión en la que comparte protagonismo con Chábeli, recién llegada de Estados Unidos, y Tamara. Faltó la pequeña, Ana Boyer, que el mes pasado cumplió dieciocho años e Isabel explicó el motivo por el que no había podido estar acompañándolas: "Está con la selectividad, quiere hacer Derecho y Empresariales".
Isabel que es siempre ejemplo de elegancia eligió dos vestidos de la firma Escada para este evento. Lució un traje palabra de honor en blanco y negro a la altura de la rodilla para asistir a la inauguración de la tienda que está situada en el palacio Malagrida del paseo de Gracia. Para la cena posterior en el hotel Arts, llevó un vestido gris perla realizado en gasa y satén. Su hija Chábeli, por su parte, lució un traje blanco de la diseñadora cordobesa Ana Torres en la inauguración que cambió por un palabra de honor rojo para la fiesta. Tamara fue fiel a la firma de la que es propietaria, The Second Skin co, y también al vestido palabra de honor. El que llevó en la inauguración era amarillo con una lazada delantera en negro, para la noche se cambió con un traje verde de gasa.
Isabel comentó que no cree que sus hijos Enrique y Julio se decidan a casarse de momento: "Me encantan sus novias pero creo que no se casarán hasta que no estén listos para ser padres". Enrique está saliendo con la ex tenista Anna Kournikova mientras que Julio está unido a la modelo belga Charisse Verhaert. Sus cinco hijos y su marido, Miguel Boyer, parecen ser el secreto de su felicidad ya que comentó: "Cuando estoy rodeada de mis hijos y mi marido soy totalmente feliz".
