Ricas, riquísimas, muy guapas y con una vida que el común de los mortales no puede ni siquiera soñar. La revista norteamericana Forbes ha ido más allá en sus populares listas, este año ha estrenado la de las ricas herederas más atractivas y, como no, la encabezan las más glamourosas y mundialmente conocidas, Ivanka Trump y Paris Hilton.
En la lista, no están todas las que son pero si son todas las que están y las hay de todos los estilos. Tamara Ecclestone, hija de Bernie Ecclestone (propietario de la competición de Fórmula 1), que dejó de trabajar como modelo para Armani porque le pagaba 20.000 euros y ella se preguntaba "¿Quién puede vivir con ese dinero". También dejó sus estudios de Psicología en la Universidad y el trabajo en la revista de Fórmula 1 F1, propiedad de su padre, porque los empleados le hacían demasiado la pelota. Parece que ha encontrado lo que le gusta presentando un programa en la cadena británica Channel 4.
En el lado contrario, tenemos a Aerin Lauder, Julia Louis-Dreyfus y Dylan Lauren. La heredera de Estée Lauder trabaja desde hace catorce años en la compañía en la que ocupa el cargo de vicepresidenta senior. Julia, por su parte, triunfa como actriz en televisión y por su participación en la serie Seinfield mereció un Globo de Oro y un premio Emmy. Dylan, la hija del diseñador Ralph Lauren, tiene su propia cadena de tiendas en Estados Unidos, Candy Bar, en la que vende todo tipo de dulces.
Claro que no todas han salido tan aplicadas. Casey Johnson, heredera de Johnson & Johnson, da bastantes quebraderos de cabeza a sus padres. Amanda Hearst continúa con su idea de triunfar como modelo mientras insiste en que necesita más de 100.000 euros anuales sólo para sus gastos del día a día. A Anna Anisimova su padre, el magnate ruso Vassily Anisimov, le ha puesto a cargo de negocios de la familia mientras continua con sus estudios universitarios en Nueva York, al estilo que Donald Trump hizo con su hija Ivanka.
