Es el torero de moda. Incluso el hombre del momento. Cayetano Rivera Ordóñez ha cumplido las altas expectativas que su llegada a los ruedos crearon y su fama ha traspasado las fronteras del albero. Primero ayudó al actor estadounidense Adrien Brodya sentirse en la piel de un torero para la producción de Hollywood que recreará la vida del mítico Manolete. Después le llegó la alternativa en las pasarelas de mano de otro maestro, Armani, que le eligió imagen de su exclusivo servicio ‘Hecho a medida’ y le subió a la pasarela de Milán.
Cayetano, como aparece en los carteles, se sinceró en La noche de Quintero, el programa que Jesús Quintero presenta en la primera cadena de Televisión Española. El atractivo torero habló de su experiencia en la película dirigida por Menno Meyjes, de sus trabajos al margen de los ruedos y de lo que le supone el estar considerado como uno de los hombres más atractivos del país.
Muy caballeroso y con cierta modestia, respondió: "No soy muy consciente de las pasiones que levanto" al ser preguntado sobre su éxito con las mujeres. El tímido diestro adelantó un poco sobre el próximo estreno de Manolete, él que estudió Cinematografía en Los Ángeles, se siente satisfecho con el resultado: "El guionista, el director y los actores son fantásticos. He visto algunos minutos de la película y hay escenas en las que me siento identificado como torero. Adrien Brody ha hecho una gran labor y ha entendido de verdad esa parte del sentimiento, el miedo y las preocupaciones".
El menor de los hermanos Rivera Ordóñez tiene claro que su prioridad son los ruedos y después, las otras oportunidades que le surjan: "No creo que sea incompatible con mi profesión ser imagen de una marca de relojes y también de ropa como Armani. No afecta a mi profesión y no me quita tiempo, primero es mi profesión". Cayetano sigue muy unido a Lucía, la hija de Blanca Romero, a la que él dio sus apellidos cuando estaba casado con la modelo. No se ven tan a menudo como desearía porque ella está viviendo en Asturias, además, no quiere que la niña vaya a verle a los ruedos: "Mi hija es muy chica todavía. Acaba de cumplir ocho años en diciembre, le gusta verme en la tele porque vive en Asturias, nos vemos poco y le divierte".
