- ¿El amor puede encontrarse a la vuelta de la esquina o a miles de kilómetros de distancia? ¿Es posible establecer una historia de amor fuerte y sólida a la distancia? ¿En el amor hay lenguas que valgan?
- Los usuarios que se conectan en el servicio http://hola.parship.es, demuestran que en el amor no hay raza, cultura ni distancia geográfica que imposibilite construir una relación con buenas perspectivas para el futuro. Por Leticia Brando (*)
Maria, de Barcelona conoció a José de Córdoba y hoy viven juntos en la Ciudad Condal. Eva de Barcelona conoció a Carlos de Martorell y hoy son inseparables, Karina, de Perú se encontró con René de Alemania y ya organizan su boda para el año entrante. Esther de Mérida conoció a Rodolfo de Chile y no transcurrieron más de 7 meses para que Rodolfo dejara todo y se instalará a vivir su amor con ella. Lu de Bolivia se conectó en PARSHIP de España y ha conocido a Frank de Alemania. Estos son sólo algunas de las tantas parejas que se conocieron a través de buzón de PARSHIP. es y que demuestran que el amor puede estar a la vuelta de la esquina o a varios kilómetros de distancia.
En el último estudio europeo presentado por PARSHIP, un dato interesante es comprobar que los europeos buscan el amor más allá de la nacionalidad, color y religión. La tolerancia y deseo de comenzar una relación con una pareja de un origen cultural totalmente diferente resulta un signo muy positivo porque está hablando de una persona flexible que se integra y acepta la diferencia. Esto es esencial para formar una pareja porque la tolerancia de las diferencias resulta básica para construir una relación armoniosa.
Las celebridades son expertas en la expresión de la tolerancia de colores y de culturas. Basta mirar lo bien que se ha integrado Penélope Cruz en Hollywood, que no sólo fue novia de una de sus máximas estrellas, Tom Cruise, sino que también probó suerte con Matthew McConaughey. Algo similar está demostrando Elsa Pataky con su relación con el astro hollywoodiense Adrien Brody.
Puesto que vivimos en una cultura hedonista, donde una imagen vale más que mil palabras, las estrellas del cine y las top models de turno son las grandes referencias de esta sociedad moderna. Más allá de la confusión en cuanto a valores que esto produce, las acciones positivas de las estrellas generan una positiva influencia en el resto de la sociedad. Sin duda que no es constructivo que una adolescente quiera ser tan delgada como Kate Moss. Pero los valores positivos se propagan si figuras como Madonna o Angelina Jolie expongan un discurso de tolerancia racial y social, más allá de las críticas que esa imagen les conlleva.