A los cinco meses de travesía, a principios de abril, apareció la tintorera, el más peligroso de los tiburones. Se le escucha golpear el fondo de la ‘panga’ con las aletas, y así varias noches. Otras veces son las orcas las que rondan... Lo mejor es permanecer quietos, agazapados contra el chamizo que han construido con los maderos de las bancas. Para superar el miedo, todos duermen o al menos lo intentan. ‘Chavita’ sueña a menudo con los escualos y se desahoga dando detalles de sus pesadillas a sus compañeros: "Siento que los tiburones voltean la barca y luego llegan otros peces grandes y nos devoran a todos".
¿Serán alucinaciones?
Cuando sale el sol, los marineros hacen guardias por turnos, se frotan los ojos y dejan que sus sueños se pierdan en el horizonte. La primera vez que avistan un buque "gritan a gusto y se preguntan si están llegando a China"; pero el barco sigue su rumbo sin verlos. Otro día, a principios de junio, otro barco viene derecho hacia la 'panga', pero inexplicablemente da la vuelta y se pierde entre las olas. ¿Por qué no ha parado? "Tiene aspecto de barco pirata", dicen resignados. Además de barcos, a veces se ven luces intensas que atribuyen de nuevo a las alucinaciones. Así siguen una jornada tras otra, pegados a la borda, hasta que una mañana de agosto Lucio da la voz de alarma: "Siento aromas de pan o cigarro". La señal es inquietante y la emoción se dispara……
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