La cuenta atrás ha comenzado. El próximo 23 de julio se elegirá en el Shrine Auditórium de Los Ángeles a Miss Universo 2006. La competencia es dura. Ochenta y seis bellezas de todos los rincones del mundo intentarán ser la sucesora de Natalie Glebova y entrar en el restringido ‘club’ en el que la elegida se codearía - por poner algunos ejemplos- con Irene Sáez, Lupita Jones, Alicia Machado, Cecilia Bolocco o Dayanara Torres.
Y para ello, antes les esperan dos semanas de nervios, presentaciones, fiestas, desfiles, sesiones fotográficas, pruebas de peluquería y maquillaje, entrevistas con el jurado sabiendo que todos sus pasos son un escaparate que puede allanar su camino hacia la corona.
La representante española, Elisabeth Reyes, viajó a Estados Unidos la semana pasada y en estos primeros días ha participado en todas las actividades previstas por la organización que es propiedad del magnate Donald Trump. Junto a sus compañeras y rivales fue una de las privilegiadas asistentes a un partido de baloncesto en el estadio Staples. También visitó un club para niños y niñas desfavorecidas de la ciudad porque desde el certamen están muy concienciados sobre la importancia de utilizar la popularidad del concurso para ayudar a quienes más lo necesiten.
