José Campos y Martín Pareja Obregón enseñarán a cocinar con humor

Por hola.com
—Dices que te «vuelve loco».
Es un torbellino. Por eso, en el programa queremos juntar el carácter más serio del Norte, por decirlo de alguna manera, con el carácter más alegre del Sur. En la mayoría de los «sketches», yo, por mi relación con Carmen, seré quien dé el toque más serio, mientras que será Martín quien aporte el de las risas y las alegrías. Me he dado cuenta de que en Andalucía quieren mucho a Martín, y en Cantabria a mí también me quieren.
—Mejor imposible, entonces...
Por supuesto.
—¿Os parecéis mucho en el fondo, o no?
Tenemos muchas cosas en común, aparte de que yo no haya sido torero ni él atleta. Cada uno ha tenido su vida. Pero, sí, como te decía, hemos congeniado muy bien...
—De todas formas, tú eres una persona echada para adelante, como se suele decir.
Siempre lo he sido. Y no me refiero a que por mi relación con Carmen alguien pudiera llegar a pensar:«¡Mira ahora éste!». No. Yo siempre he tenido escuelas de tenis en Santander, clubes deportivos y todo tipo de negocios. Ahora tengo un restaurante. Siempre me ha gustado y divertido hacer muchas cosas.
—Carmen parece, a primera vista, ser una mujer seria, pero, en el fondo, es divertida. Ahí también os habéis encontrado los dos.
Carmen es una persona totalmente normal, y con naturalidad y espontaneidad nos dijo que le gustaba mucho el proyecto.
—En poco tiempo has pasado del anonimato a hacer televisión.
Sí, pero la vida es así. Tampoco yo lo he buscado. Hasta hace unos meses y durante cuarenta años sólo me han conocido en Santander, porque es una ciudad pequeña, y también por mis éxitos deportivos tras proclamarme campeón de España de atletismo, internacional. Y ahora también soy conocido por mis negocios.
—Y por tu relación con Carmen.
Sí, pero, gracias a Dios, todo el mundo me ha tratado de maravilla y con respeto. Con el mismo respeto que nosotros vamos a tratar los programas que hagamos. Eso sí, el público se va a partir de risa, al tiempo que va a aprender a cocinar lo justo, conociendo, al mismo tiempo, lugares bonitos.
—¿Qué ha dicho Carmen?
Quiero darle las gracias. Evidentemente, si ella no me llega a dar su visto bueno, yo no hago este programa. Porque si lo voy a hacer es debido a que la gente me conoce gracias a ella.